¿Por qué el Estado quiere apoyar la propiedad de tierras rurales en los lagos?
Los llamados tres derechos de las tierras agrícolas se refieren a la propiedad, los derechos de contratación y los derechos de gestión. En otras palabras, los derechos de gestión contratados originalmente se dividen en dos. Los derechos contratados todavía pertenecen a los agricultores. Los derechos de gestión pueden transferirse a los no agricultores. La división de los derechos de gestión contratados tiene mucho más impacto en las personas que estos. cambios literales. Más bien, tendrá un impacto profundo en los intereses vitales de cada agricultor. Es previsible que en el futuro, si las hipotecas sobre tierras agrícolas se vincularán a los derechos de contratación o a los derechos de gestión, y si los subsidios agrícolas subsidiarán los derechos de contratación o los derechos de gestión, dependerán estrechamente de la gente. Los derechos de gestión del contrato original estaban sin duda en manos de los agricultores, pero ahora se han dividido. Los derechos de contratación y los derechos de gestión pueden ser dos entidades diferentes, y los derechos de gestión no pueden tener nada que ver con los agricultores. Según las predicciones, los derechos de explotación tendrán el atributo financiero de hipoteca, y los subsidios agrícolas, especialmente futuros subsidios incrementales, se inclinarán gradualmente hacia los operadores. Se recomienda que los agricultores lean este pasaje tres veces para asegurar la digestión. Por supuesto, esto también es una innovación institucional sacada de las grietas. Debido a la fuerte reducción de la fuerza laboral rural en el futuro, es obvio que las pequeñas empresas familiares no podrán sostenerse, pero permitir la transferencia de tierras entra en conflicto con las leyes existentes. Es necesario ajustar una serie de sistemas jurídicos pertinentes. Al mismo tiempo, durante el proceso de transferencia de tierras, la gente corriente también estaba preocupada. Los agricultores son como pájaros asustados, pensando que alguien volverá a cuidar sus tierras. Rechazan la transferencia de tierras desde su corazón, temiendo que después de la transferencia, la tierra será como un panecillo de carne golpeando a un perro y nunca volverá. Este no es un caso aislado, sino la psicología y preocupación de más de la mitad de la población del país.
Para abordar esta preocupación y resolver los riesgos ocultos de propiedad en el siguiente paso de las transacciones de derechos de propiedad rural, el estado lanzó una vigorosa campaña de confirmación de derechos en las zonas rurales. El gobierno central ha emitido un documento rojo que se completará en todo el país en un plazo de cinco años.
——Referencia "Observaciones sobre la acumulación del suelo"