¿Qué significa emitir nuevas acciones?
¿Es buena o mala la nueva emisión de acciones?
Para los accionistas de acciones negociables, la emisión adicional suele ser beneficiosa. Para las empresas que cotizan en bolsa, la colocación privada tiene un cierto efecto estimulante en el mercado de valores y puede permitirles obtener una buena financiación. Pero los inversores deben tener en cuenta que cuando se produzcan emisiones adicionales, el beneficio real de cada acción disminuirá. Una vez que el control no sea bueno, se producirá el fenómeno de caída del límite.
El impacto de la emisión de nuevas acciones depende de la inversión de capital en la emisión de nuevas acciones. Si los fondos recaudados mediante la emisión adicional se utilizan para expandir industrias populares o industrias ventajosas, el mercado generalmente lo interpretará como algo positivo, lo que tendrá un efecto de incentivo positivo sobre el precio de las acciones y estimulará su subida. Si los fondos adicionales se utilizan para pagar deudas o reponer el capital propio, se interpretará como negativo y provocará una caída del precio de las acciones.
En el mercado de valores, la emisión adicional se refiere al comportamiento de las empresas cotizadas para aumentar las acciones en circulación. Su principal objetivo es aumentar el importe de financiación de las empresas cotizadas. Desde esta perspectiva, la emisión de acciones es muy beneficiosa para la empresa, pero supone un gran desafío para los fondos existentes en el mercado. Hasta cierto punto, es un acto de "sacar sangre" del mercado de valores. Pero hasta cierto punto, para la economía nacional en su conjunto, la emisión de acciones adicionales contribuye a dar pleno juego al mecanismo del mercado, desintegrando la economía regional, recaudando fondos inactivos en el mercado hasta cierto punto y promoviendo así la reforma del sistema financiero.