Cómo valorar de forma sencilla una acción mediante el análisis fundamental
Hay muchas formas de valorar las acciones, no sólo a partir de la rentabilidad esperada de los inversores, sino también de los activos y la rentabilidad de las empresas cotizadas. Pero en términos generales, sólo existen dos métodos comúnmente utilizados: valoración relativa y valoración absoluta.
Entre ellos, el método de valoración relativa es el más sencillo y el más utilizado. El método de valoración relativa se subdivide en dos partes: una es el método del múltiplo del valor del capital, que incluye la relación precio-beneficio, la relación precio-valor contable, la relación precio-valor contable y otros indicadores de precios; la otra parte es la empresa; múltiplo de valor, incluido el método de cálculo EV/EBITDA (valor empresarial/beneficio neto por acción) y EV/IC (valor empresarial/capital invertido).
Además, dado que el método de valoración absoluta se basa en el análisis de los fundamentos históricos y actuales de las empresas cotizadas y en la predicción de datos financieros que reflejan las condiciones operativas futuras de la empresa, sus métodos generalmente se basan en modelos, incluido el modelo de descuento de dividendos, el modelo de flujo de efectivo libre descontado empresarial, el modelo de derivados FCFF, el modelo de flujo de efectivo libre de acciones y el método de revaluación del valor liquidativo.
¿Hay tantos métodos confusos? De hecho, no es necesario que dominemos todos los métodos a la vez. Todos estos métodos están diseñados para ayudarnos a encontrar objetivos de acciones de bajo valor. Los inversores pueden elegir el método de valoración que dominan en función de su capacidad de aprendizaje. Además, también debemos prestar atención a los activos existentes, los beneficios y el flujo de caja de la empresa, lo que también nos resulta útil para encontrar acciones de baja valoración.