Tipos de cambio flotantes en el mercado de divisas
Los dos acuerdos anteriores tienen errores similares al sistema de Bretton Woods. En 1973, ambos acuerdos colapsaron. El Acuerdo Smithsonian de 1973 y la desintegración de los tipos de cambio flotantes europeos marcaron el comienzo de la transición formal hacia tipos de cambio de libre flotación. Este cambio fue completamente accidental, ya que ningún otro protocolo nuevo lo reemplazó. Los gobiernos son libres de vincular sus monedas, semivincularlas o permitir que los tipos de cambio floten completamente. En 1978 se puso oficialmente en funcionamiento el sistema de tipo de cambio de libre flotación.
En un último esfuerzo, Europa se deshizo de sus vínculos con el dólar estadounidense y estableció el Sistema Monetario Europeo en julio de 1978. Pero como todos los acuerdos anteriores, el sistema colapsó en 1993.
Los cambios en las principales monedas ya no están correlacionados con los cambios en otras monedas. Cualquiera que desee operar con divisas puede hacerlo. Como resultado, los bancos, los fondos de cobertura, los intermediarios y los individuos están todos involucrados en la especulación. Los bancos centrales gubernamentales ocasionalmente intervienen en el tipo de cambio o intentan moverlo al nivel que desean. Sin embargo, los factores subyacentes que impulsan el mercado de divisas en este momento son la oferta y la demanda. Para el mercado de divisas actual, lo ideal es un tipo de cambio de libre flotación. Si nuestro planeta cayera en una guerra mundial similar a la de principios del siglo XX, ¿cómo se vería afectado el mercado de divisas? ¿Seguirá el dólar estadounidense desempeñando el papel de refugio seguro que ha tenido durante los últimos años? Sólo el tiempo lo dirá.