Türkiye compra acciones estadounidenses
La tradición de hacer regalos a los niños varía de un lugar a otro. En Japón existe la tradición de que cuando un niño cumple un año sus padres le dan un litro de bizcocho que pesa 1,5 kilogramos y le permiten llevarlo a la espalda. La pronunciación de "一生" en japonés es similar a "vida", y "pastel" significa "propio". Los padres dan a sus hijos un litro de pastel, con la esperanza de que sus hijos tengan comida y ropa y crezcan sanos durante toda su vida.
En Estados Unidos, la "reciprocidad" está sujeta a impuestos. Este impuesto se llama "impuesto sobre donaciones". Si hace un obsequio, que es cualquier propiedad de valor tangible o intangible, debe pagar el impuesto sobre donaciones sobre el obsequio que realiza. Los obsequios no pueden deducirse de los ingresos totales del año, pero el destinatario del obsequio debe convertir el obsequio recibido en valor de mercado e incluirlo en los ingresos a efectos fiscales. Los impuestos sobre donaciones dificultan que los padres hagan obsequios costosos a sus hijos.
En Turquía, cuando a un niño le salen los primeros dientes, los padres le preparan una fiesta especialmente para celebrar su crecimiento. Los padres cuidadosos también darán forma de dientes a los postres de fiesta. Cuando a un recién nacido en Rusia le sale el primer diente, sus padres le dan una cuchara de plata y le desean buena salud. Las leyendas sobre los dientes en todo el mundo comenzaron en la Edad Media. En Gran Bretaña se dice que los dientes quemados traerán buena suerte en la próxima vida.
Se puede decir que varios dones tienen sus propios motivos y características. Éste es el encanto de las diferentes culturas de este mundo.