Una colección de discursos escritos sobre viajes.
Viajar no es ver el paisaje, sino encontrarse a uno mismo, a uno mismo. Debe haber al menos dos impulsos en la vida, uno es el amor desesperado y el otro es un viaje para partir.
He tenido muchos grandes sueños, como planear viajar alrededor del mundo, pero los años han pasado y mis ambiciones han ido creciendo día a día. Años después, sigo ahí sentado, sin empezar. La vida vale la pena vivirla y el futuro es prometedor. Me puse la mochila, tomé mi cámara, viajé sola y caminé por la ciudad sin ti.
La vida es como un transeúnte entre el cielo y la tierra. Recuerda que viviste una vida maravillosa en una tarde soleada y ventosa. El mundo registra dulce y frecuentemente que vale la pena correr hacia adelante por la belleza de tu corazón.