Los repartidores de Beijing diagnosticados con COVID-19 reciben una reducción o exención del alquiler
La noticia de que al Sr. Kong, un chico de comida para llevar en Beijing, le diagnosticaron COVID-19 conmovió los corazones de todos, y los acontecimientos posteriores también son conmovedores.
La plataforma Ele.me de Beijing es líder entre las plataformas de entrega de alimentos. La mayoría de los clientes con necesidades de entrega de alimentos elegirán esta plataforma de inmediato. Por lo tanto, la plataforma recibe una gran cantidad de pedidos todos los días. Por razones de seguridad, Ele.me realizó pruebas de ácido nucleico a los empleados de reparto de la plataforma. Sin embargo, el Sr. Kong, un repartidor de 47 años que no presentaba síntomas. Se encontró que el ácido nucleico era positivo. Fue ingresado en el hospital para recibir tratamiento y el Sr. Kong, que se sentía culpable, temía lastimar a sus clientes, por lo que les envió mensajes a todos. Los clientes que fueron puestos en cuarentena no culparon al Sr. . Kong, pero lo consoló y lo entendió. El propietario del Sr. Kong, el Sr. Han, también es un hombre considerado y bueno. Renunció al alquiler del Sr. Kong mientras estuvo hospitalizado.
El Sr. Kong es un repartidor normal y corriente, este año cumple 47 años. Su horario de trabajo era de 7 a. m. a 9 p. m. Su última orden fue recoger a su esposa después del trabajo y luego regresar a casa juntos. La pareja vivía una vida sencilla y sin pretensiones en la casa alquilada, como la gente común. , correr por la vida, estar cansado pero contento, trabajar duro por la simple felicidad. En promedio, Kong toma más de 50 pedidos para llevar todos los días y la carga de trabajo es bastante intensa.
Después de que dio positivo, cada lugar fue revisado cuidadosamente según su ruta de entrega. También sintió lástima por el propietario y estaba preocupado por los resultados contables del propietario. El propietario, el Sr. Han, fue particularmente comprensivo y considerado con su situación y redujo de todo corazón su alquiler durante su hospitalización. La noticia del Sr. Kong preocupó a todos, y el gesto conmovedor del propietario también hizo que la gente sintiera la energía positiva en la sociedad.
Como gente corriente en esta sociedad, estamos ocupados con el trabajo todos los días, sólo para vivir una buena vida y hacer felices y aliviadas a nuestras familias. En un entorno donde la epidemia es recurrente, todos usan máscaras en público, respetan las reglas, no quieren causar problemas a los demás y hacen todo lo posible para contribuir a la sociedad. Aunque todos somos muy pequeños, esas pequeñas gotas de agua pueden acumularse lentamente en un gran río.
Las historias ordinarias de gente corriente conmovieron a todos. Me sorprendió gratamente esta interacción conmovedora. Creo que hay muchas más cosas positivas como ésta.