400 palabras de un diario de 7 días el primer día del Día Nacional. Pregunta por más
"No estés ocioso, serás en vano y triste", ¡ay! He aprendido muchos dichos famosos sobre cómo valorar el tiempo, pero ¿cuál puedo hacer? Sólo palabras y ninguna acción. Cuenta cuánto tiempo perdí antes. "Un día, dos días, tres días..." ¡No puedo contarlos, ay! Cómo desearía poder retroceder el tiempo. Pero hay un dicho famoso: "No digas que te falta dinero. Será muy difícil conseguirlo más tarde". El tiempo se ha ido para siempre.
Solía perder el tiempo. Por la mañana tenía tanto sueño que mi madre me despertó. Me levanté lentamente de la cama y miré el despertador. Eran sólo las 7 y me volví a quedar dormido. Antes de darme cuenta, me fui a la cama a las 7:25. Mi madre me despertó de nuevo y casi se me quebró la voz. Tan pronto como me levanté, grité: "¿Cuál es el sonido? Me levantaré enseguida". Luego miré el despertador, "¡Ah! Se acabó, las 7:25, apúrate, apúrate". Así, me apresuré a ir a la escuela. Solía perder el tiempo así, durmiendo la mayor parte del tiempo. El tiempo pasa poco a poco. En un abrir y cerrar de ojos, crecí, comprendí el valor del tiempo y corrigí el mal hábito de perderlo.
Estudiantes, el tiempo es precioso, ¡apreciadlo!
Mi ciudad natal está en * * *, donde abundan las frutas, entre ellas manzanas, uvas, nueces y dátiles rojos. Entre ellas, las manzanas son mis favoritas.
En marzo, la llovizna es como la seda y los altos manzanos están llenos de hermosas flores. Los pétalos rosados y los estambres amarillos son muy hermosos. Florecen en racimos uno tras otro, atrayendo innumerables flores hermosas y a muchos transeúntes. Algunos transeúntes se detuvieron para admirarlo, algunos recogieron flores para disfrazarse y otros tomaron fotografías. Los transeúntes respiraban las embriagadoras flores de manzano. Estaba lleno de risas y risas.
En abril, el manzano, lleno de lluvia primaveral, extendía sus manos verdes. Sopla una brisa y las manitas se balancean, como si te saludaran.
Las flores del manzano se marchitan gradualmente y la madre del manzano "da a luz" pequeñas manzanas verdes. La madre manzano se aferra a sus "bebés" inmaduros por miedo a que se caigan.
El otoño ya está aquí, y diversos frutos empiezan a madurar. Las manzanas son como faroles rojos que cuelgan de las ramas, doblando las gruesas ramas. El tío fruticultor recogió los faroles rojos, los metió en cestas y cajas y los transportó en camión a todas partes del país. Era otro año de buena cosecha y su rostro se llenó de una dulce sonrisa.
¡Amo mi ciudad natal y amo aún más el huerto de manzanos de mi ciudad natal!