¿Cuál es la importancia del costeo funcional de la salud?
En concreto, los costes de las instituciones médicas se dividen en tres categorías: costes directos, costes indirectos y costes especiales. Los costos directos son costos directamente relacionados con los servicios médicos, como salarios de médicos y enfermeras, costos de compra de equipos médicos y medicamentos, etc. Los costos indirectos son costos indirectamente relacionados con los servicios médicos, como el mantenimiento de equipos, el alquiler y los servicios públicos. Los cargos especiales son cargos relacionados con servicios médicos específicos, como el costo de la cirugía y la radioterapia.
El método luego asigna los costos de cada función a la atención que brindan. Por ejemplo, el costo del quirófano se asignará al departamento de cirugía y el costo de la farmacia se asignará al departamento de farmacia. De esta manera, los departamentos pueden obtener una comprensión más precisa de sus propias estructuras de costos, lo que les permitirá gestionar y controlar mejor los gastos de salud.
La ventaja de la contabilidad funcional de los gastos sanitarios es que proporciona información financiera más precisa y completa, lo que puede ayudar a las instituciones médicas a gestionar mejor los gastos sanitarios. Además, este enfoque también puede promover la cooperación y la comunicación entre departamentos dentro de las instituciones médicas, mejorando así la calidad y eficiencia de los servicios médicos.
Sin embargo, también existen algunas deficiencias en la contabilidad funcional de los gastos sanitarios. En primer lugar, la implementación de este método requiere una gran cantidad de tiempo y recursos, incluidos recursos humanos, materiales y financieros. En segundo lugar, este enfoque requiere un alto grado de conocimientos y habilidades especializados y, por lo tanto, requiere profesionales para implementarlo y gestionarlo.
En resumen, la contabilidad funcional de los gastos sanitarios es un método de contabilidad de gestión eficaz que puede ayudar a las instituciones médicas a gestionar y controlar mejor los gastos sanitarios. Sin embargo, la implementación de este método requiere mucho tiempo y recursos, y las instituciones médicas deben considerar plenamente la viabilidad y aplicabilidad de su implementación.