Un maravilloso fenómeno estadístico
En 1935, un físico estadounidense llamado Ben Ford descubrió que las primeras páginas de una tabla de logaritmos están más sucias que las últimas, lo que significa que normalmente más personas leen las primeras páginas. Después de más investigaciones, Ben Ford descubrió que siempre que haya suficientes muestras en los datos, la frecuencia de los números que comienzan con 1 en los datos no es 1/9, sino 30,1. La frecuencia de los números que comienzan con 2 es 17,6 y luego disminuye en secuencia. La frecuencia del 9 es la más baja, solo 4,6. Ben Ford comenzó a investigar otros números y descubrió que el patrón se encontraba en una variedad de datos tan dispares como población, constantes físicas y químicas, estadísticas de béisbol y números de Fibonacci.
En 1961, un científico americano propuso que esta Ley de Ford es en realidad un fenómeno causado por la acumulación de números, incluso si no existe un número unitario. Por ejemplo, suponiendo que el índice del mercado de valores comienza desde 1.000 puntos y aumenta a una tasa anual de 10, se necesitarán más de 7 años para que el índice aumente de 1.000 puntos a 2.000 puntos; solo se necesitarán más de cuatro años; pasar de 2.000 a 3.000 puntos pero si el índice tardará más de 7 años en subir de 10.000 puntos a 20.000 puntos; Por lo tanto, podemos ver que los datos de índice que comienzan con 1 son mucho más altos que los datos de índice que comienzan con otros números.
En 2001, Enron, el mayor comercializador de energía de Estados Unidos, se declaró en quiebra. En aquel momento corrían rumores de que sus altos directivos estaban implicados en la falsificación de cuentas. Más tarde se descubrió que las cifras de ganancias por acción de Enron de 2001 a 2002 no cumplían con la Ley de Ben Ford, lo que demuestra que la alta dirección de Enron efectivamente había cambiado estas cifras.