¿Qué sucede cuando la princesa Mako se casa con un plebeyo y la familia real japonesa se enfrenta a una crisis de herederos?
Recientemente, la princesa Mako ha atraído gran atención en los medios japoneses debido a la noticia de su matrimonio.
En mayo de este año, la princesa Mako, que cumplió 25 años, se comprometió con un "príncipe". Suena como una buena combinación, pero este príncipe no es un príncipe de la familia real, sino el "Príncipe del Mar Shonan Enoshima" que fue votado por la Asociación de Turismo de la ciudad de Fujisawa en la prefectura de Kanagawa en 2010. Este portavoz de imagen turística es en realidad solo un civil común y corriente.
El prometido de la princesa se llama Kei Komuro. También se graduó de la Universidad Cristiana Internacional y ahora trabaja en un bufete de abogados. Los dos se conocieron en una fiesta de fraternidad y comenzaron a salir. Debido a la buena conducta y el talento del hombre, su relación gradualmente fue ganando el reconocimiento del Príncipe Wenren y la Princesa.
Se ha anunciado la noticia del compromiso. Según el "Royal Model" de Japón, Mako está a punto de perder su estatus real y convertirse en una persona común y corriente. La princesa, que desde pequeña está acostumbrada a una vida sin preocupaciones, sin duda tendrá que ganar dinero para mantener a su familia y asumir la carga de cuidar a su marido y criar a sus hijos, lo que sin duda será un reto para ella. Mako también expresó a través de los medios que "está dispuesta a cocinar para su marido en el futuro". Parece que está completamente preparada mentalmente.
Actualmente sólo hay cinco miembros masculinos de la familia real japonesa. Si la princesa Mako, la princesa Aiko y la princesa Kako se "casan" con plebeyos y abandonan la familia real, será muy difícil para el futuro nieto. Hisahito se convertirá en emperador. Es posible que sin el apoyo de algún miembro real de su generación, no le resulte fácil desempeñar sus funciones oficiales. Por lo tanto, desde hace mucho tiempo ha habido voces en Japón que esperan que las mujeres reales puedan conservar su estatus real incluso si se casan. Desafortunadamente, la creación de miembros femeninos de la familia imperial inevitablemente encontrará el espinoso tema de una "mujer emperadora". Debe ser muy difícil en Japón, que es absolutamente conservador con respecto al emperador.