Edison inventó la bombilla,
Thomas Alva Edison volvió a estudiar el carbono. De junio a octubre de 5438 de ese año, utilizó una varilla de carbono de 20 cm de largo y 0,15 cm de diámetro para realizar experimentos. Su resistencia al calor alcanza las 5,5 horas y continúa mejorando el método de carbonización y el proceso de bombeo.
El 21 de octubre de 1879, utilizó como filamento un hilo de algodón carbonizado con un diámetro de 0,025 cm, y el brillo era brillante y estable. Se ilumina con 4 velas durante 45 horas, 1 hora, 2 horas... después del 65438. Por fin nació la tan esperada luz eléctrica.
En junio de 165438+octubre del mismo año, después de que Thomas Alva Edison cambiara al cartón carbonizado para extender en gran medida la vida útil de las lámparas eléctricas, los fabricantes no podían esperar para ponerlo en producción. En la víspera de Año Nuevo de 1880, 3.000 personas salieron a las calles de Nueva York para ver este nuevo invento. El éxito no detuvo a Thomas Alva Edison. Al año siguiente, fabricó una lámpara de filamento de bambú que podía permanecer encendida de forma continua durante 1200 horas. No fue hasta 1904 que los austriacos inventaron una lámpara de tungsteno que era tres veces más potente que la lámpara de incandescencia de bambú, que sustituyó a la anterior. Las lámparas de tungsteno se utilizan desde 1907.