Introducción a la película "A la deriva en la habitación del deseo" ¿Cuál es la historia de la película "A la deriva en la habitación del deseo"?
1. "A la deriva en la habitación del deseo" es una película erótica coreana dirigida por Kim Ki-duk y protagonizada por Seo Qing y Kim Ru-cheol. La película cuenta la historia del amor y el odio entre un ex policía asesino y una prostituta muda. La película se estrenó en Corea del Sur el 22 de abril de 2000. La película fue nominada al León de Oro en el 57º Festival Internacional de Cine de Venecia.
2. Resumen de la trama: Hay un camino escondido en el bosque. Al final del camino hay un lago cubierto de juncos. Debajo del lago hay un cobertizo para botes y hoteles. Desde la distancia, parece que es una isla tras otra. La dueña del lago, Hee Jin (Seo Qing), es una hermosa mujer muda: por la mañana conduce un barco para recoger invitados y vende comida para peces a los pescadores. Por la noche, la consuela con su cuerpo seductor y encantador. ojos. El residente que no entendía la gentileza e hizo muchas cosas malas fue ahogado en el lago por ella en medio de la noche cuando no había nadie alrededor, pero el hombre capaz y bueno que había buscado la muerte muchas veces fue devuelto al mundo por su.
Un día, el ex policía Hyun-sik (interpretado por Kim Ru-cheol) huyó a su "isla" por matar a su novia infiel. Pensó una y otra vez en tragarse el arma y suicidarse, pero justo cuando él levantaba el arma, ella se puso de pie, se levantó e insertó el cuchillo en su muslo. Incapaz de suicidarse, desarrolla sentimientos extraños e íntimos hacia ella.
La policía finalmente registró esta "isla". Por casualidad descubrieron a otro fugitivo. El fugitivo resultó gravemente herido por los disparos de la policía. Fue testigo de todo el proceso y el miedo y la preocupación surgieron en su corazón. Incapaz de soportarlo más, se tragó el anzuelo. Pero ella quiere salvarlo, quiere utilizar el sexo loco para curar sus "heridas" y hacerlo vivir entre la vida y la muerte.
Al igual que la adicción a las drogas, la alegría del sexo enmascaró su miedo espiritual, y su relación se hizo más intensa día a día. Día tras día, él finalmente no podía soportar su amor opresivo y aun así su sentimiento de alienación. Quiero irme de nuevo, pero no puedo. Son como un anzuelo y un cebo que se tiran el uno al otro. En la lucha entre el deseo posesivo y la tendencia autodestructiva, ambos están involucrados en problemas.