La relación entre la fragmentación del hábitat y la extinción de especies
La fragmentación del hábitat tiene un impacto importante en la extinción de los animales salvajes. La llamada fragmentación del hábitat se refiere a la transformación de una gran área de hábitat continuo en muchos parches pequeños con un área total más pequeña. Los parches están aislados por una matriz de fondo diferente a la del pasado. El paisaje que rodea los fragmentos de hábitat no es adecuado para las especies en el hábitat original y las especies no pueden propagarse fácilmente. Los parches restantes pueden considerarse "islas de hábitat". La fragmentación del hábitat no solo reduce el área de hábitats de animales salvajes, sino que también aumenta el aislamiento de las poblaciones de animales que viven en dichos hábitats, restringe el intercambio de individuos y genes en la población, reduce la diversidad genética de las especies y amenaza la supervivencia de la población. Además, el aumento del área de hábitat marginal causado por la fragmentación del hábitat amenazará seriamente la supervivencia de las especies que viven en grandes áreas de hábitat continuo. La fragmentación del hábitat cambia la calidad y cantidad de alimentos que el hábitat original puede proporcionar y cambia el microclima al cambiar la temperatura y la humedad. También cambia la efectividad de la cobertura y las conexiones entre las especies, aumentando así las tasas de depredación y las interacciones interespecíficas. influencia. Además, la fragmentación del hábitat aumenta significativamente la correlación entre los hábitats de borde e interior, lo que hace que los nichos sean más vulnerables a la invasión de especies exóticas y dañinas locales.
La fragmentación del hábitat puede causar la extinción por dos razones: primero, la reducción del área total del hábitat afectará el tamaño de la población y la tasa de extinción. En segundo lugar, en fragmentos discontinuos, la redistribución del área restante afecta la tasa de dispersión y migración de las especies. Por lo tanto, después de la destrucción del hábitat, el aislamiento del hábitat tiene un impacto importante en la extinción de especies.
La consecuencia de la fragmentación del hábitat es la desaparición de la heterogeneidad del hábitat. Grandes áreas de hábitat que parecen uniformes, como bosques o pastizales, son en realidad un mosaico de diferentes hábitats. Es imposible que parches individuales encuentren diferentes nichos dentro de una gran área de hábitat nativo. Las especies con distribuciones irregulares o especies que explotan sólo hábitats especializados son más vulnerables en esta situación. Algunas especies requieren más hábitats durante su ciclo de vida y los hábitats fragmentados dificultan su movimiento entre hábitats, afectando así la supervivencia de estas especies. Con el avance de la investigación en biología de la conservación, a través del estudio de la dinámica y los mecanismos de las poblaciones en diferentes hábitats, han surgido muchas nuevas teorías y modelos matemáticos de la relación entre poblaciones y hábitats, como poblaciones heterogéneas, análisis de viabilidad de poblaciones, modelos espaciales precisos (Meffe , Carroll, 1994) etc.[2]. La fragmentación del hábitat hace que diferentes poblaciones de la misma especie vivan en diferentes hábitats y experimenten diferentes impactos ambientales, lo que resulta en diferentes parámetros poblacionales de especies.