Cantante original de la canción "Rolling in the Red Dust"
El cantante original de la canción "Red Dust" es Chen Shuhua.
Sarah Chen, nacida el 14 de mayo de 1958 en Taiwán, China, es una cantante taiwanesa. En 1973, lanzó su primer álbum "Sun of Love" y entró en la industria del entretenimiento como una estrella infantil. En 1985, como cantante de la Televisión de China, ganó el Premio a la Mejor Cantante y Actriz Femenina en la vigésima edición de los Premios Golden Bell de la Televisión de Taiwán. En 1989, firmó un contrato con Rolling Stone Records. Ese mismo año, lanzó el álbum "Tell You What You Say" y llamó la atención con la canción principal "When I Wake Up".
En 1991, fue nominado a la Mejor Canción de Película en los 10º Premios del Cine de Hong Kong por "Red Dust". Ese mismo año, ganó el Premio de Oro a la Canción en mandarín más popular en la cima. Diez canciones de oro para "Awakening Time". En 1992, ganó el premio a la Mejor Cantante Femenina en Mandarín en la tercera edición de los Premios Golden Melody de Taiwán por su álbum "Waiting for Life". En 1993, cantó el tema principal de "Green Snake", "Flying Light" y el episodio "Laughing in the Red Dust" de "The Undefeated East".
Extractos de la letra de "Rolling in the Red Dust"
Fuiste descuidado al principio
Y yo era un joven descuidado
El amor en el mundo de los mortales
Solo por esa vida
El estancamiento sin decir una palabra
Creo que es culpa del mundo
o la causa y efecto transmitidos en la vida pasada
Todo en la vida
No estoy dispuesto a intercambiar ni por un momento
El intercambio del yin y el yang
Fácil de llegar, difícil de ir
Docenas de viajes por el mundo
Fácil estar separados pero difícil estar juntos
Dolor eterno de amor y odio
El corazón que debería ser tuyo
Aún protege mi pecho
Sólo para el mundo terrenal p>
Las manos cambiantes detrás de la cara cambiante
Fácil de llegar, difícil de ir
Décadas de viajes por el mundo
Fácil de separar pero difícil de reencontrar
Dolor eterno de amor y odio
Para que no quieras irte
Adiós al yo que me falta
Aún quedan débiles susurros en el mundo
La leyenda que nos sigue