La crisis financiera asiática de 1998 devaluó las monedas de la mayoría de los países, lo que provocó una grave recesión económica. ¿Por qué?
Cuando Japón subió, la situación era similar a la de China. Tiene una alta tasa de ahorro y depende de las exportaciones para consumir la capacidad de producción creada por una inversión interna excesiva. Por eso, cuando la apreciación del yen debilita la competitividad de las exportaciones nacionales, causa un daño enorme, como ocurre hoy con China. Controlamos tan estrictamente el tipo de cambio porque Japón es una advertencia. Es fácil entender que la apreciación de la moneda debilita la competitividad de los productos de exportación. A un tipo de cambio de 1 RMB/$, un producto que originalmente costaba 20 RMB en China se venderá en Estados Unidos por 20 dólares estadounidenses. Si el RMB se aprecia a 0,5 RMB/USD, Estados Unidos tendrá que pagar 40 dólares para comprar lo mismo, por lo que elegirán productos de otros países.