Ejecutar transacciones de divisas
Estrategias de cobertura
Simbólicamente, los riesgos comerciales a menudo se cubren táctica (selectivamente) o estratégicamente para mantener el flujo de caja y las ganancias. Esta cobertura depende de la visión financiera de la empresa sobre cambios futuros en el tipo de cambio de la moneda extranjera involucrada. La mayoría de las empresas utilizan la cobertura táctica para cubrir el riesgo cambiario asociado con las transacciones de cuentas por cobrar y por pagar a corto plazo, mientras que la cobertura estratégica es para transacciones a más largo plazo. Sin embargo, algunas empresas deciden adoptar una cobertura pasiva, que implica mantener una determinada estructura de cobertura e implementarla durante ciclos regulares de cobertura sin considerar las expectativas cambiarias, es decir, la empresa no está obligada a adoptar tipos de cambio.
El riesgo de conversión de moneda extranjera, o riesgo de balance, a menudo se cubre en lugar de ser sistémico, a menudo para evitar el impacto de shocks repentinos del tipo de cambio de moneda extranjera en los activos netos. Este riesgo involucra principalmente exposición a largo plazo al capital extranjero, como la valoración de subsidiarias corporativas, sus estructuras de deuda e inversiones internacionales. Sin embargo, la naturaleza a largo plazo de estas partidas y el hecho de que la conversión de moneda extranjera afecte el balance general más que el estado de pérdidas y ganancias de la empresa hace que la cobertura del riesgo de conversión de moneda extranjera sea una prioridad menos en la gestión. Para la conversión de moneda extranjera del riesgo cambiario de una subsidiaria, la práctica estándar es cubrir el balance de los activos netos de la subsidiaria (activos totales menos pasivos) que puedan verse afectados por movimientos adversos del tipo de cambio.
En el marco de la cobertura de los riesgos de tipo de cambio en el balance consolidado, la cuestión de la cobertura de la distribución de la deuda corporativa también es de primordial importancia (Marrison, 2002; Jorian y Huli, 1996). La deuda corporativa y la composición de plazos determinan la sensibilidad de sus activos netos y ganancias a las variaciones del tipo de cambio. Para reducir el impacto de los tipos de cambio en las fluctuaciones de las ganancias, las empresas pueden utilizar modelos de optimización para diseñar estrategias de cobertura óptimas para gestionar sus propios riesgos de tipo de cambio de divisas. Una vez optimizada la composición de la deuda, cubrir la exposición restante al riesgo cambiario es una tarea difícil. Además de la optimización, las empresas también pueden utilizar la cobertura táctica para reducir el riesgo de tipo de cambio residual. Además, la cobertura del riesgo de conversión de divisas puede provocar fluctuaciones en los flujos de efectivo o en las ganancias si los tipos de cambio no se mueven en la dirección esperada.