Una mujer de Shanghai solicitó un préstamo en línea de 600.000 yuanes para comprar cursos de entrenamiento personal originalmente programados para 2034. ¿Cómo se resolvió este asunto al final?
Hasta cierto punto, no todos los consumidores tienen la capacidad de distinguir independientemente el bien del mal. De hecho, los gimnasios son inadecuados en este sentido e incluso se sospecha que inducen excesivamente al consumo. Por ello, los amigos deben mantener los ojos abiertos cuando vayan al gimnasio a realizar compras, y no dejarse inducir ni engañar por el personal de ventas de estos gimnasios. La industria de los gimnasios es realmente caótica y debe gestionarse de forma eficaz.
Primero, una mujer de Shanghai pidió prestados 60 yuanes para convertirse en entrenadora personal en un gimnasio.
Esto hace que la gente se sienta muy desconcertada. Una mujer de Shanghai no tenía condiciones financieras sólidas, pero, persuadida por un entrenador personal de un gimnasio, pidió prestado un préstamo online de 600.000 y finalmente utilizó todo el dinero para comprar una clase de entrenamiento privada en el gimnasio. Al mismo tiempo, los cursos de entrenamiento personal de esta mujer tienen programados hasta 2034, un total de 13 años.
En segundo lugar, la mujer no pudo pagar el préstamo y finalmente llevó el gimnasio a los tribunales.
La mujer abandonó el préstamo en línea y tiene que devolver el préstamo entre 30.000 y 40.000 yuanes cada mes. Una presión tan grande para pagar el préstamo deja a la mujer sin aliento. La mujer decidió demandar al gimnasio para recuperar el dinero de sus clases. Después de que el tribunal aceptó el caso, considerando que el personal del gimnasio indujo a la mujer a gastar dinero, el tribunal dictaminó que el gimnasio debería reembolsar las tarifas.
En tercer lugar, el gimnasio reembolsa la tarifa de entrenamiento personal de la mujer, y la mujer también asume la responsabilidad conjunta.
Después de que el gimnasio reembolsó íntegramente la tarifa del entrenamiento personal femenino, la culpa de la mujer era obvia y la compra de lecciones de entrenamiento personal también fue un acto voluntario. En este caso, la mujer debe asumir el 5% de responsabilidad por incumplimiento de contrato. También se puede ver en este incidente que la ley tenderá a proteger a los consumidores. Desde una simple lógica moral, el comportamiento de esta mujer de comprar cursos es puramente voluntario y usted solo necesita pagar por sus acciones.
Al mismo tiempo, también recomiendo que los consumidores mantengan los ojos abiertos cuando vayan al gimnasio. Hoy en día los gimnasios son muy caóticos y hay gente por todas partes intentando inducir el consumo. Todos deben tener cuidado de no dejarse engañar.