¿Qué es la generación de energía fotovoltaica?
La energía fotovoltaica (fotovoltaica; etimología: "foto-" luz, "voltaica" voltio) se refiere a instalaciones que utilizan el efecto fotovoltaico de materiales semiconductores fotovoltaicos para convertir la energía solar en electricidad CC. El corazón de una instalación fotovoltaica es el panel solar. En la actualidad, los principales materiales semiconductores utilizados para generar electricidad incluyen: silicio monocristalino, silicio policristalino, silicio amorfo y telururo de cadmio. Como todos los países han estado promoviendo activamente la aplicación de energías renovables en los últimos años, la industria fotovoltaica se ha desarrollado muy rápidamente.
A partir de 2010, la energía solar fotovoltaica se utiliza en cientos de países de todo el mundo. Aunque su capacidad de generación de energía todavía representa sólo una pequeña parte del consumo humano total de electricidad, desde 2004, la cantidad de generación de energía fotovoltaica conectada a la red eléctrica ha crecido a una tasa promedio anual del 60%. En 2009, la capacidad total de generación de energía había alcanzado los 21 GW, lo que la convertía en la fuente de energía de más rápido crecimiento. Se estima que la capacidad actual de los sistemas fotovoltaicos que no están conectados a la red es de entre 3 y 4GW.
Los sistemas fotovoltaicos se pueden instalar a gran escala en el suelo para convertirse en centrales fotovoltaicas, o se pueden colocar en el techo o en las paredes exteriores de los edificios para formar una integración fotovoltaica en el edificio.
Desde la llegada de las células solares, los continuos avances en materiales y tecnología, así como la maduración de la industria manufacturera, han hecho que los sistemas fotovoltaicos se vuelvan más asequibles. No solo eso, muchos países han invertido muchos fondos de investigación y desarrollo para promover la eficiencia de la conversión fotovoltaica y proporcionar subsidios financieros a las empresas manufactureras. Más importante aún, políticas como los subsidios a las tarifas de alimentación y los estándares de proporción de energía renovable han promovido en gran medida la aplicación generalizada de la energía fotovoltaica en varios países.