Explicación de la terminología de titulización de préstamos hipotecarios residenciales
Después de la Segunda Guerra Mundial, la innovación más llamativa en el campo financiero mundial fue la titulización de activos. Después de años de desarrollo, la titulización de activos en los países desarrollados no tiene precedentes tanto en cantidad como en escala. La emisión total de valores de activos en los Estados Unidos fue de 800 millones de dólares en 1985, alcanzando los 188.800 millones de dólares en agosto de 1992, con un crecimiento promedio en siete años del 157%, llegando a 4.325,6 mil millones de dólares en 1996. La titulización hipotecaria comenzó en Estados Unidos en la década de 1960. En ese momento, a medida que la inflación se intensificaba y las tasas de interés subían, los rendimientos de los activos fijos de las instituciones financieras gradualmente no pudieron compensar el aumento de los costos de la deuda a corto plazo. Al mismo tiempo, se retiraron grandes cantidades de fondos de ahorro de los bancos comerciales y sus operaciones se vieron afectadas. En esta circunstancia, para aliviar el problema de la falta de liquidez en las instituciones financieras, el gobierno decidió lanzar y dinamizar el mercado secundario de préstamos hipotecarios para vivienda, abriendo nuevos canales de financiación para el desarrollo y revitalización de la industria inmobiliaria y creando un amplio mercado de préstamos hipotecarios para viviendas. Posteriormente, la titulización hipotecaria se expandió desde Estados Unidos a otros países y regiones, como Canadá, Europa y Japón.
Como tecnología financiera y herramienta financiera, la titulización de préstamos hipotecarios para vivienda se ha desarrollado de manera bastante madura y perfecta en los Estados Unidos, y es el ejemplo más perfecto de titulización de activos para los bancos comerciales estadounidenses.