¿Por qué es necesario darle la bienvenida al Dios de la Riqueza el quinto día del Año Nuevo Lunar?
El quinto día del Año Nuevo Lunar
Comúnmente conocido como el "Festival Powu", la gente cree que el quinto día del primer mes lunar es el cumpleaños del Dios de la Riqueza. Entonces, después del primer día del Año Nuevo Lunar, la siguiente actividad más importante es El día de darle la bienvenida al Dios de la Riqueza, Abuelo Dios de la Riqueza, ¡ven y te deseo prosperidad en el nuevo año! ¡Deseo que todos, en el nuevo año, trabajen duro para ganar dinero y hacerse ricos! El quinto día del primer mes lunar, adora al Dios de la riqueza. Según el folclore, el Dios de la riqueza es el Dios de los cinco caminos. Los llamados cinco caminos se refieren al este, oeste, sur, norte y medio, lo que significa que puedes obtener riqueza de cualquiera de las cinco formas. Según la leyenda popular, el quinto día del Año Nuevo Lunar es el cumpleaños del Dios de la Riqueza. Para competir por las ganancias del mercado, se recibe por primera vez el cuarto día del Año Nuevo Lunar, lo que se llama "agarrar el dinero". "Camino", también conocido como "recibir al Dios de la riqueza".
Los cinco sacrificios son los dioses del hogar, los dioses de la cocina, los dioses de la tierra, los dioses de las puertas y los dioses andantes. El llamado "Lutou" se refiere a los dioses entre los cinco sacrificios. Siempre que recibas al Dios de la riqueza, debes ofrecer una cabeza de oveja y una carpa. Ofrecer una cabeza de oveja significa "auspicioso", y ofrecer una carpa es un homófono de "pez" y "yu" en la imagen. . La gente cree firmemente que mientras puedan hacer aparecer el Dios de la riqueza, podrán hacerse ricos.
Por eso, cada Año Nuevo chino, la gente abre sus puertas y ventanas a las 50:00 horas del primer mes lunar, quema incienso, enciende petardos y fuegos artificiales para dar la bienvenida al Dios de la Riqueza. Después de recibir al Dios de la Riqueza, todos comen vino Lutou, a menudo hasta el amanecer. Todos están llenos de esperanzas de enriquecerse, esperando que el Dios de la Riqueza pueda traer oro y plata a sus hogares y hacerlos ricos en el nuevo año.