Nave espacial de propulsión nuclear
En 1955, Estados Unidos comenzó a desarrollar una nave espacial Orion equipada con un motor de impulsos nuclear. El barco fue acelerado mediante una liberación controlada de cargas termonucleares y luego detonado. El impulso de la explosión debe transmitirse a reflectores especiales ubicados en la popa del barco.
Se diseñaron dos versiones del barco, con apariencias muy diferentes. El más pequeño de ellos es el "Momentum", que pesa 400.000 toneladas, el 75% de las cuales está ocupada por cargas atómicas. Los 100.000 restantes son reflectores de 100 metros de diámetro, secciones de carga útil y estructuras portantes. Cada tres segundos, un megatón de carga nuclear es expulsado desde la popa de la nave espacial.
Durante los intervalos entre detonaciones, se aplica una mezcla de grafito enfriado sobre la placa. El suministro de "combustible" en Orion es suficiente para alcanzar una velocidad de 36 millones de kilómetros por hora. Esto lo llevará a Plutón en cinco días. Y la estrella más cercana (detrás del Sol) es Centauri, a la que puede llegar en 125 años.
Otra versión grande de la nave espacial, sólo el reflector pesa 5 millones de toneladas y tiene unos 20 kilómetros de diámetro. Toda la nave espacial pesa casi 40 millones de toneladas. Un megatón de carga nuclear no explota cada 3 segundos, sino cada 1,5 minutos. Debido al gran peso de la gran nave espacial, la velocidad de la nave es muy pequeña en comparación con las versiones más pequeñas: la nave espacial puede llegar a Centauri en 1250. La nave espacial puede transportar a miles de personas.
Ambos proyectos fueron eliminados en 1965 debido al alto coste de los proyectos (actualmente alrededor de 3 billones de dólares) y al inicio de la carrera hacia la luna. El proyecto de sonda "Dedal", relacionado con motores nucleares de impulsos, es una continuación de esta idea. Debería poder alcanzar velocidades de aproximadamente 128 millones de km/h y llegar al Puente Centauro en sólo 35 años. El proyecto se cerró en 1977 debido a las dificultades para superar la Nube de Orta y el Cinturón de Kuiper.