Cuando caes en una crisis de préstamos universitarios, ¿cómo sales de este pantano?
En general, la supervisión de los padres en las escuelas primarias y secundarias todavía está vigente. En este momento, siempre que los padres les cuenten a sus hijos las desventajas de gastar dinero al azar, normalmente podrán controlar a sus hijos. En las escuelas primarias y secundarias, los padres generalmente supervisan estrictamente a sus hijos. Si necesitan gastar dinero en alguna parte, los padres les ayudarán directamente a comprar dinero de bolsillo para sus hijos, y no será demasiado. Por lo tanto, en esta etapa, es menos probable que los niños soliciten préstamos para el campus y los padres estarán más tranquilos.
Después de ir a la universidad, muchos niños se van a otras ciudades a estudiar. Sin los padres cerca, no hay forma de controlar su supervisión. Después de ir a la universidad, los niños tienen actividades relativamente libres y sus padres no están cerca, o incluso en diferentes ciudades, muy lejos. Sólo regresan a casa durante las vacaciones de invierno y verano, y únicamente por teléfono o herramienta de chat. A veces es difícil para los padres supervisar a sus hijos para lograr resultados. Los gastos de subsistencia asignados a los niños se transfieren a los niños de una sola vez, lo que no tiene ningún efecto en cómo los niños gastan su dinero. Algunos estudiantes tienen mejor autodisciplina y no gastarán dinero al azar. Cuando algunos estudiantes tienen una mentalidad de comparación y ven a otros estudiantes usando teléfonos móviles hermosos y caros, se concentrarán en este aspecto y querrán compararse consigo mismos. Si no tienen fondos suficientes, pueden pedir préstamos universitarios para gastos aleatorios y, finalmente, meterse en un atolladero de préstamos.
Entonces, en este caso, los padres también deben tomar precauciones con sus hijos con anticipación e informarles de los peligros de los préstamos universitarios. Los préstamos universitarios son más perjudiciales porque a veces a los niños les resulta difícil controlar bien su propio dinero, por lo que los padres deben informar a sus hijos de este conocimiento con antelación. Si es necesario gastar dinero, los padres pueden dejar que sus hijos lo gasten con su consentimiento. Si tiene algo de dinero innecesario para gastar, dígales a sus hijos que no pidan préstamos. Esto solo hará que los niños queden atrapados en él, no puedan liberarse e incluso afectarán sus estudios y su vida normales, y se arrepentirán más tarde.