La presa alemana fue destruida y 400 millones de toneladas de agua se derramaron, matando a más de 30.000 personas.
En los primeros días de la Segunda Guerra Mundial, Gran Bretaña quedó indefensa ante el ejército alemán, por lo que los británicos decidieron volar la presa en la zona industrial del Ruhr en Alemania (donde se reunieron las fábricas militares). La pendiente del agua destruyó la presa. Casi todas las fábricas militares de la zona quedaron destruidas y más de 30.000 personas murieron. Durante la Segunda Guerra Mundial, Alemania tenía una fuerza industrial muy fuerte. La zona del Ruhr albergaba la gran mayoría de las fábricas militares de Alemania. La naturaleza avanzada y la letalidad de las armas y equipos militares producidos en esta zona hicieron que muchas potencias militares se sintieran "asustadas".
Después de que Alemania provocó la Segunda Guerra Mundial, utilizó la táctica de la guerra relámpago para invadir rápidamente muchas regiones y países de Europa. Gran Bretaña también se retiraba constantemente bajo los rápidos y feroces ataques de Alemania. Después de sufrir repetidas derrotas, Gran Bretaña quiso vengarse y finalmente ideó una manera de volar la presa. En la cuenca del Ruhr hay tres presas, cada una de las cuales almacena una gran cantidad de agua. Una de ellas, la presa de Mönne, era en aquella época la presa más grande de Europa. Debido a que estas tres represas son vitales para el área del Ruhr, el Reino Unido ha decidido destruirlas.
Después de formular un plan para bombardear la presa, los británicos enviaron bombarderos de la Royal Air Force para realizar misiones de bombardeo en la zona del Ruhr en Alemania. Esta vez, hasta 19 bombarderos participaron en la misión de bombardeo y lanzaron intensos bombardeos de artillería cuando llegaron a la presa. Después de un tiempo, la presa del Ruhr quedó gravemente destruida y la enorme cantidad de agua almacenada en ella se inclinó en un instante. La repentina pendiente del agua tomó por sorpresa a los residentes de la zona y quedaron sumergidos en el torrente antes de que pudieran escapar.
No sólo eso, más de 100 fábricas militares en la zona del Ruhr también fueron inundadas por 400 millones de toneladas de torrente que fluyeron de la presa, perdiendo así la capacidad de producir armas y equipos militares. Esta acción británica causó pérdidas muy importantes a Alemania y, como resultado, el poder militar de Alemania también sufrió pérdidas muy importantes. Los soldados británicos confiaron en esta operación para elevar enormemente su moral y generar confianza para el contraataque posterior.