Rezo a Dios todos los días, pero ¿puede Él escucharme según el libro?
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Análisis:
Él puede oírlo, y debería serlo porque Él está en todas partes, pero tú no. Tienes que buscarlo cuando oras. Los libros y las oraciones deberían ser como los niños hablando con sus padres. ¿No sería extraño si solo dijeran las mismas palabras todos los días?
La oración es para preparación. Debes pedir según la voluntad de Dios. Dios no escuchará oraciones egoístas.
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¡Oye, ni siquiera entiendes el significado de la oración!
La oración no se trata de darte fuerza espiritual. Ora para ajustar tu vida para que Él pueda mostrar Su poder todopoderoso a través de ti. El propósito de la oración no es persuadir a Dios para que cambie sus circunstancias, sino prepararlo para participar en las acciones de Dios. Las fervientes oraciones del pueblo en Pentecostés no fueron el motivo de la venida del Espíritu Santo. La oración los lleva a una situación en la que están listos para contribuir a la gran obra que Dios ha planeado. Jesús quería que sus seguidores permanecieran en Jerusalén y esperaran la venida del Espíritu Santo (Hechos 1:4-5). Por lo tanto, los discípulos obedecieron su orden y esperaron la siguiente orden de Dios. Mientras oraban, Dios los ajustó y preparó para la siguiente tarea que les dirigió. Cuando oran, se vuelven uno con los demás. Por primera vez en la historia, los discípulos utilizaron la Biblia como guía para sus decisiones (Hechos 1:15-26). El día de Pentecostés, Jerusalén se llenó de peregrinos de todo el mundo. Cuando Dios llenó a los discípulos con el Espíritu Santo, Dios ya había llenado toda la ciudad con mensajeros que predicaban el evangelio a todas las naciones. La oración prepara a los discípulos para responder obedientemente a la Palabra de Dios. La oración es ajustar tu corazón para que esté de acuerdo con la voluntad de Dios, no ajustar a Dios para que se ajuste a tu voluntad. Si Dios no responde a sus oraciones, es posible que necesite ajustarlas para que se ajusten al plan de Dios. No te concentres en tus propias expectativas, pero date cuenta de que a Dios le importan más sus expectativas para ti.