¿Cómo castigan los japoneses a los empleados?
El sistema jerárquico de las empresas japonesas es relativamente claro y la antigüedad debe juzgarse en función de la antigüedad. Los "juniors" siempre parten de cosas básicas y sencillas, por lo que deben pedir consejo con humildad, informar más, tener más contactos y discutir más. Los "mayores" tienen la obligación de enseñar y orientar, y también tienen la obligación de asumir responsabilidades. En el trabajo, las órdenes de los superiores deben cumplirse incondicionalmente. Si el trabajo no se hace bien, el jefe se enojará si dice que está enojado. Fuera del trabajo, el jefe y sus subordinados se llevan como amigos, y es común que vayan a algún lugar a charlar después de salir del trabajo.
Las empresas japonesas prestan más atención a la relación humana entre líderes y empleados, por lo que la tasa de rotación pasiva de empleados es relativamente baja. Los empleados que trabajan en empresas japonesas se sentirán estables. Una buena estabilidad puede brindar a los empleados oportunidades para practicar y desarrollarse en este campo, que es la razón principal por la que merecen trabajar en empresas japonesas.
Sin embargo, entrar en una empresa japonesa no significa entrar en una caja fuerte. El sistema de inspección de las empresas japonesas es muy estricto y es natural ser serio y responsable. No te descuides con los pequeños detalles. "Al enviar un cuadro de informe, si hay incluso una línea más, se le pedirá que la vuelva a trabajar. La actitud laboral de los japoneses es rigurosa y seria. Prestan atención al sentido de responsabilidad y cada empleado tiene muy claro sus responsabilidades.
Quiero ir a una empresa japonesa. Los solicitantes de empleo deben prestar atención a los siguientes puntos:
▲ Los conceptos de gestión no requieren creatividad, siempre que sean obedientes y capaz Los japoneses respetan el concepto de gestión y casi todos los puestos tienen manuales o reglas detalladas. Instruir a los empleados sobre qué hacer y cómo hacerlo.
▲ El cronometraje es la cualidad más básica e importante. Si no se cumple el tiempo acordado, la impresión del jefe no solo se reducirá considerablemente, sino que también caerá en picado.