Nuevos estándares de ingresos
El nuevo estándar de ingresos (ASC606) es un sistema diseñado para unificar y simplificar la forma en que las empresas informan los ingresos.
Las nuevas normas de ingresos serán formuladas conjuntamente por la Junta de Normas de Contabilidad Financiera de EE. UU. (FASB) y las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) en 2024 y entrarán en vigor oficialmente en 2024. Las nuevas normas enfatizan la transparencia del mercado y la coherencia de los estados financieros, proporcionando a las empresas e inversores información más precisa y comparable.
El nuevo estándar de ingresos adopta un enfoque de cinco pasos para identificar, medir y reportar los ingresos. Estos pasos incluyen: identificar el contrato, identificar las obligaciones de desempeño, determinar el precio de la transacción, asignar el precio de la transacción y reconocer los ingresos. Este método enfatiza la naturaleza de las transacciones de mercado y requiere que las empresas registren los detalles de las transacciones con más detalle para garantizar la precisión y comparabilidad de los ingresos.
El nuevo estándar de ingresos exige que las empresas determinen los ingresos en función de los contratos. El contrato debe cumplir ciertas condiciones, entre ellas: la existencia de obligaciones legales entre las partes, un precio de transacción definido y un tiempo y condiciones de entrega definidos. Este cambio enfatiza la importancia de los contratos, impulsando a las empresas a prestar más atención a las transacciones firmadas con los clientes, mejorando así la estandarización y previsibilidad de los negocios.
Puntos clave de los nuevos estándares de ingresos
1. Mejora de la transparencia y comparabilidad empresarial: los nuevos estándares requieren que las empresas registren los detalles de las transacciones con más detalle y analicen los ingresos por momentos. Esto ayudará a los inversores a comprender mejor el modelo de negocio y el desarrollo de la empresa y mejorar la precisión de las decisiones de inversión.
2. Mejora de la precisión y coherencia de los estados financieros: los nuevos estándares enfatizan la importancia de los contratos y la gestión de los detalles de las transacciones, mejorando así la precisión y la coherencia de los estados financieros. Esto ayuda a los inversores a comprender mejor el estado financiero y el desempeño operativo de la empresa.
3. Fomento del control interno y el cumplimiento: Los nuevos estándares exigen que las empresas presten más atención al registro y la gestión de los detalles del contrato para mejorar el nivel de control interno y cumplimiento. Esto ayuda a las empresas a reducir los riesgos y mejorar la estandarización y previsibilidad empresarial.