El origen de los rompecabezas o el origen de los rompecabezas
El origen de los rompecabezas Los rompecabezas tienen una historia de unos 235 años. Ya en 1760, esta popular y beneficiosa forma de entretenimiento apareció en Francia e Inglaterra casi al mismo tiempo. Pega un dibujo a una cartulina y córtalo en trozos pequeños e irregulares. Inicialmente, estas imágenes eran educativas, ya sea acompañadas de ensayos breves adecuados para que los leyeran los jóvenes o para impartir conocimientos históricos o geográficos a la burguesía emergente. En 1762, durante el reinado de Luis XV en Francia, un vendedor llamado Dumas comenzó a vender rompecabezas de mapas y logró un éxito modesto. Este tipo de rompecabezas de mapas requiere reorganizar las piezas y es un entretenimiento muy elegante. Ese mismo año, en Londres, a un impresor llamado John Spilsbury se le ocurrió una idea similar e inventó un rompecabezas duradero. Con gran habilidad pegó un mapa de Inglaterra en el respaldo de una delgada mesa de comedor y luego cortó el mapa en pequeños pedazos exactamente a lo largo de los bordes de los condados. La idea habría aportado una enorme riqueza, pero el pobre Spilsbury no consiguió el dinero. Sólo vivió hasta los 29 años y no vivió para ver el gran éxito del rompecabezas. La verdadera importancia de su éxito fue que abrió dos mercados importantes para su invento: los consumidores emergentes de clase media hambrientos de conocimiento y estatus, y las duras y exigentes escuelas británicas de su época. Spilsbury vivió en una época en la que comprender los mapas era una señal de ser un caballero. La moda de los rompecabezas alcanza su punto máximo con el Grand Tour, un gran evento que muestra toda Europa en detalle. En este sentido, los rompecabezas consisten en utilizar piezas de un rompecabezas para estudiar cuidadosamente la geografía de Europa en su conjunto: países, principados, condados, ciudades, pueblos, ríos, etc. Conocer el mapa en aquel entonces era tan orgulloso como tener ahora tu propia página de inicio. Los rompecabezas se convirtieron rápidamente en un producto de entretenimiento bien establecido con un mercado amplio y los consumidores podían comprarlos en cualquier lugar. En esta época los rompecabezas se utilizaban no sólo para educación y entretenimiento, sino también para publicidad comercial y propaganda política. La Primera Guerra Mundial (1914-1918) es un buen ejemplo. Los rompecabezas baratos que representaban a valientes guerreros arriesgando sus vidas para luchar por el rey y la patria fueron populares en ambos bandos y se vendieron bien. Los rompecabezas se han convertido en una forma de acercarse al mundo interior de las personas, entrar en sus hogares y difundir información. Los rompecabezas se unieron a los periódicos, las radios y la próxima primera generación de televisión como una forma simple y directa de medio de comunicación de masas. ¿Debería animarse a la gente a viajar en tren? Surgen muchos acertijos que muestran trenes majestuosos y turistas felices. Cada nuevo invento y tendencia (barcos de vapor, aviones, automóviles y los trajes de baño femeninos más recientes y atrevidos) ha aparecido en el rompecabezas. Después de la crisis económica mundial de 1929, la Gran Depresión que arrasó América del Norte fue el pináculo de la popularidad de los rompecabezas. Acércate al quiosco más cercano y compra un rompecabezas de 300 piezas por sólo 25 céntimos y podrás olvidarte de tu difícil vida y sumergirte en el sueño de reconstruir tus días felices. Los ricos y famosos también se están entregando a esta moda. En Nueva York, dos vendedores desempleados, John Henry y Frank Ware, hicieron una fortuna utilizando el diseño original del rompecabezas de Spilsbury. ¿Cuál es su secreto? Reproducción de alta calidad de madera contrachapada fina. Henry y Weir pronto establecieron relaciones con los Astor, los Vanderbilt, Bing Crosby y Marilyn Monroe, y su negocio estaba en auge y sus fortunas seguían fluyendo.