La belleza del amanecer
El sol es un amigo honesto y digno de confianza, y no nos levantamos hasta que llega el momento. Subimos a un pequeño pico en la montaña Huangshan en la oscuridad y, antes de que saliera el sol, utilizamos el tiempo restante para hacer ajustes y encontrar la mejor posición para ver y fotografiar. La gente está ansiosa por ver el sol y algunos incluso esperan el amanecer con una o dos horas de anticipación.
El cielo al otro lado de la montaña se ha teñido de rojo y está lleno de vitalidad, y los nervios de la gente se ponen cada vez más nerviosos. Algunas personas han sacado sus cámaras para tomar fotografías con anticipación. Algunas personas se aventuraron a subir a rocas altas y miraron a lo lejos; otras se quitaron los abrigos porque ya estaban cubiertas de sudor. Finalmente, en un rincón de la montaña, el sol se asomó con un ligero movimiento de cabeza. La luz roja ardiente parecía mezclarse con una luz naranja brillante, que instantáneamente iluminó toda la tierra, y la gente comenzó a vitorear. Algunos se quitaron los sombreros y los arrojaron al cielo. La gente gritaba y vitoreaba desde los picos cercanos. La tierra silenciosa de repente se llenó de vida gracias al sol. En ese momento, el viento también sopló y las nubes en la cima de la montaña se dispersaron lentamente, aparentemente dándole un escenario al sol. El sol salió más rápido de lo que imaginábamos. Después de unos minutos, ya estaba completamente fuera de la cima. Nadie se atrevió a parpadear, porque parecía que el hermoso paisaje se había perdido por unos segundos. Las personas a las que les gusta la fotografía se aferran con fuerza a la lente en este momento por temor a perderse momentos maravillosos. En ese momento, el cielo estaba completamente brillante y el sol rojo ardiente comenzó a desvanecerse, pero todavía era muy brillante. La gente se fue una tras otra, y el día en Huangshan comenzó a partir de ese momento.
Durante el día, la gente ya no presta atención al sol y emprende el viaje del día. El sol hace mucho frío. ¿Quién lo recordará? Sólo al final del día, cuando vuelven a florecer con los colores de su propia vida ardiente, la gente vuelve a prestarles atención.