Cómo escribir un buen final para una composición fotográfica
Cada vez que llega a casa de la escuela, mi padre suele sostener el libro y saborear cada línea y palabra que contiene. A veces me miraba y me hacía preguntas desconcertantes como ésta. A menudo habla del mundo que ve en sus libros y, en lo que a mí respecta, siempre he sido un oyente.
Aprecio mucho el libro "La herida del clasicismo". Me sorprendió la brillantez de sus palabras. Admiro sus pensamientos únicos escondidos en sus palabras. Estoy feliz de saborear las palabras del libro, pero no puedo sumergirme en el mundo de los libros como mi padre. Porque la generación de mi padre y la nuestra no somos viajeros en el mismo barco. Parecemos ser muy cercanos, pero realmente no podemos sentir el corazón del otro.