Un ensayo de 400 palabras sobre el nuevo año escolar, el conocimiento de nuevos profesores y las opiniones de los nuevos compañeros de clase.
Nuevamente llega el nuevo semestre y ya estoy en quinto grado.
En la mañana del primer día de clases, llegué temprano a la escuela. Vi que las aulas habían cambiado y los profesores también habían cambiado. La profesora de chino fue reemplazada por un hombre, la profesora de matemáticas era una mujer y ¡ella seguía siendo la directora!
Las ventanas del aula son luminosas y limpias, espaciosas, luminosas e impecables. Hay una pancarta en la pared que acaba de escribir su compañero de clase Yuan Pinchuan: "Hay un camino hacia la montaña de libros, y el trabajo duro es el camino, y no hay límite para el mar del aprendizaje, y el barco es un barco", animándonos a seguir avanzando en nuestros estudios. Después de un rato, los compañeros de clase llegaron uno tras otro. ¡Todos estaban de muy buen humor, algunos habían crecido y otros habían ganado peso! ¡Por el habla y el comportamiento de todos, podemos ver que son más sensatos, más educados, más animados y lindos!
El primer periodo es la clase de chino. El profesor de chino es de constitución mediana, solemne y serio. Fuerte pero suave, había un amor paternal en sus ojos. Sus conferencias eran divertidas, entretenidas y llenas de emoción, haciendo que el aula originalmente aburrida de repente fuera animada e interesante. Todos los estudiantes parecían atentos y escuchaban con gran interés. ¡Eres realmente digno de ser un maestro senior con una rica experiencia docente!
El segundo periodo es la clase de matemáticas. ¡La maestra Xia es directora y profesora de matemáticas! Esta joven profesora es alta y bien proporcionada, con cola de caballo, ojos grandes y redondos y una cara con semillas ovaladas. ¡Es muy hermosa! Está llena de energía y tiene un rostro amable. Aunque a veces son serios, muestran preocupación y amor por nosotros. Su voz es muy especial, clara y melodiosa. Los estudiantes se sintieron profundamente atraídos por sus palabras y acciones. ¡No hubo ruido en la clase!
También descubrí que esos buenos compañeros de clase han mejorado; los estudiantes que solían ser malos en mi impresión también han mejorado y ya no hablan al azar en clase y dejan de holgazanear. En cambio, comenzó a hablar activamente y a escuchar con atención. ¡No les resulta fácil deshacerse de sus malos hábitos!
Nuevo semestre, nuevo punto de partida, ¡trabajemos duro juntos!