¿Cómo evalúa los “grandes movimientos” para la introducción de talentos emitidos por varios lugares?
Tomemos Wuhan como ejemplo. Wuhan tiene el mayor número de estudiantes universitarios del país, pero la fuga de cerebros aquí también es la más grave. Para retener a más estudiantes universitarios, la política de registro de hogares de Wuhan ahora está completamente abierta.
Pero aun así, todavía no podemos retener a los estudiantes universitarios. Esto se debe a que otros lugares han abierto completamente el registro de hogares y Wuhan ha perdido su competitividad en la apertura del registro de hogares.
Así que Wuhan lanzó su segundo gran movimiento, que consiste en permitir a los estudiantes universitarios comprar casas en Wuhan a un precio un 20% más bajo que el precio de mercado, lo cual es muy atractivo. Tienes que saber qué tan caros son los precios de las viviendas en Wuhan, ¡cuánto dinero puedes ahorrar con este 20%!
Ahora, a excepción de Beijing y Shanghai, la población ha llegado a su límite. En este sentido, otras ciudades no representan actualmente una gran preocupación. Por lo tanto, en el futuro, las grandes ciudades tendrán demanda de talentos e incluso de población.
A partir de ahora, los estudiantes universitarios ya no tendrán que anteponer la cuestión del asentamiento a la hora de elegir una carrera.
En el futuro, el registro de hogares será cada vez menos valioso. Si quieres establecerte en cualquier ciudad, sólo necesitas tener la titulación académica adecuada.
Si una ciudad quiere atraer talentos, sólo mejorando el atractivo de la ciudad podrá retenerlos. No basta con confiar en la política de asentamientos.
No hace mucho, la política de Kaifeng en el mercado inmobiliario era la de “recorrido de un día”. Este vívido caso nos dice que incluso si la actual política del mercado inmobiliario no puede relajarse, ¡la política de población sí puede llevar a cabo las actividades correspondientes!
La guerra de talentos acaba de llegar a una determinada etapa, y esperaremos y veremos cómo se profundiza la guerra demográfica.