¿Cuál es el rango normal de la relación de Sharpe?
En primer lugar, debe quedar claro que el rango normal del ratio de Sharpe no tiene un valor fijo, sino que depende de la situación concreta. El índice de Sharpe es una métrica comparativa y no puede usarse por sí solo para juzgar la calidad de una cartera o activo. En diferentes entornos de mercado, los ratios de Sharpe de diferentes tipos de activos serán diferentes.
En segundo lugar, el rango normal del ratio de Sharpe está relacionado con la preferencia de riesgo de los inversores. Para los inversores con un alto apetito por el riesgo, un índice de Sharpe más alto es aceptable. Para los inversores con bajo apetito por el riesgo, una cartera de inversiones estable y de bajo riesgo se ajusta mejor a sus preferencias, por lo que sus requisitos para el índice de Sharpe se reducirán en consecuencia.
Además, el ratio de Sharpe también se ve afectado por el periodo de inversión. Los inversores a largo plazo necesitan asumir mayores riesgos para obtener mayores rendimientos, por lo que también tienen mayores requisitos para el índice de Sharpe. Para los inversores a corto plazo, es más probable que los cambios en el índice de Sharpe provoquen fluctuaciones en los rendimientos a corto plazo, por lo que para los inversores a corto plazo, los requisitos para el índice de Sharpe serán relativamente bajos.
No sólo eso, el ratio de Sharpe también se ve afectado por las características de la cartera de inversión o de los activos. Por ejemplo, los productos de renta fija tienen requisitos relativamente bajos para los índices de Sharpe porque este tipo de productos de inversión tienen menores riesgos. Para productos de inversión de alto riesgo, como las acciones, los requisitos del índice de Sharpe también se incrementarán en consecuencia.
Entonces, desde las perspectivas anteriores, el rango normal del índice de Sharpe no tiene un cierto grado de certeza, sino que es el resultado de la acción combinada de múltiples factores. Cuando los inversores utilizan el índice de Sharpe para evaluar una cartera de inversiones o un activo, deben considerar estos factores al mismo tiempo y emitir juicios científicos.