Datos históricos interesantes: ¿A dónde se refería originalmente burdel?
Existen varias versiones de burdel en la historia. Una hace referencia al tocador de una mujer, otra hace referencia a una casa azul y otra hace referencia a un restaurante donde los literatos discutían sobre poesía y taoísmo. Hoy en día, cuando hablamos de burdeles, la mayoría piensa en burdeles, que son conocidos por ser lugares sucios donde se propaga la inmundicia y la maldad. Sin embargo, en la antigüedad, los burdeles no eran así al principio.
En la antigüedad, los requisitos para las mujeres eran muy estrictos, además de poder salir de casa cuando se casaban, normalmente se quedaban en casa. Especialmente para algunas jóvenes de familias adineradas, la etiqueta es extremadamente estricta. Todos los días, las jóvenes se sientan en sus tocadores y pasan el tiempo leyendo sobre celebridades femeninas o leyendo poemas y libros, porque todos los tocadores tienen entre 20 y 80 años. Chicas jóvenes, por lo que con el tiempo el tocador de las niñas se llamó burdel.
En segundo lugar, el cian era un color muy noble en la antigüedad, no sólo por la dificultad de refinarlo, sino también por el significado que representaba. Las divisiones de clases en la antigüedad eran muy estrictas. Había regulaciones sobre qué tipo de ropa debía usar qué tipo de personas y qué colores y patrones debían usarse para mostrar su estatus, algunos dignatarios se pintaban con pintura cian. . Una casa para vivir, y la gente también llama a esa casa burdel.
Además, en la antigüedad, muchos literatos solían celebrar reuniones de poesía, especialmente antes de los exámenes imperiales anuales, cuando se reunían estudiantes de todo el país. Algunos empresarios inteligentes vieron oportunidades de negocios en esto, por lo que construyeron especialmente un restaurante para que estos eruditos charlaran. Para que el restaurante fuera reconocible, lo llamaron Qinglou, que significa Qing en el agua de las tres en punto, que significa el interior del. El edificio es puro y limpio. Los recepcionistas eran todos literatos. Naturalmente, estos restaurantes eran muy populares y los imitadores posteriores también hicieron lo mismo. Sin embargo, debido a la información inexacta transmitida en la antigüedad, gradualmente evolucionaron hasta convertirse en burdeles.