¿Cómo sobrevive la gente honesta en el lugar de trabajo?
Hay muchas personas honestas en el lugar de trabajo. La mayor tragedia de las personas honestas es que usan su propio tiempo para hacer demasiadas cosas para los demás. Son los típicos viejos sastres que han hecho demasiados vestidos de novia. otros. Si no se niega, una persona honesta no es más que un viejo y cansado revendedor.
Aprende a decir no
En el ámbito laboral se requiere colaboración, pero también hay que aprender a decir no, especialmente en el caso de las personas honestas. Aprenda a decir no a los trabajos de otras personas y a decir no a las cosas que nadie quiere hacer.
No hablemos del trabajo de otras personas. Esas cosas que nadie está dispuesto a hacer, si las haces tú, lo más probable es que se conviertan en tu trabajo. No me negaré, este es el ritmo agotador.
Coge dos y llévate la mitad
Aprende a decir no, empieza por decir no a la mitad.
Si es trabajo de otra persona, puedes pedir a otras personas que te proporcionen la ayuda necesaria alegando que no estás familiarizado con ella, pero ten en cuenta que esta ayuda debe ocupar al menos el tiempo de otras personas. Si otros todavía están dispuestos a pedirle ayuda, o están realmente en problemas o están apuntando a usted.
Si es algo que nadie está dispuesto a hacer, entonces debes buscar a alguien que lo haga contigo porque estás ocupado. Como persona honesta, es normal y natural estar ocupado. Por cada cosa que otros no están dispuestos a hacer, dos o más personas lo harán, y la probabilidad de que se convierta en tu propio trabajo se reduce considerablemente.
Tres arrastres
Puedes arrastrar cosas, pero no las arrastres. Entre las muchas cosas que piden tu ayuda, elige algunas que no sean muy urgentes e importantes. Lo mejor es que sean trabajos propios de otras personas. Si olvidas este tipo de cosas varias veces, otros no se atreverán a acudir a ti nuevamente.