Ahora siento cada vez más que todo el dinero que gané pidiendo dinero prestado para comprar una casa y siendo esclavo de la casa fue entregado al banco. ¡Qué pérdida!
Mira todo en positivo y vive con sencillez. Puedes encontrar una manera de resolver la gran causa de vivir en paz. Además, hay mejores lugares para montar y encontrar caballos, ¡lo cual es genial! Además, nadie te obliga a comprar una casa y mucho menos a pedir un préstamo. Puedes elegir el precio y la casa que aceptas, de primera mano, de segunda mano, de tres dormitorios, de dos dormitorios, de un dormitorio, chalet... Estás dirigiendo tu propia vida.
Además, puedes pagar por adelantado. Son sólo unos pocos años, así que espero poder devolverlo pronto.