¿Qué pasará si tu perro come demasiados alimentos dulces? A mi perro le encanta comer piruletas`
A continuación te indicamos algunos alimentos que los perros no pueden comer o comen menos.
Bebidas alcohólicas: pueden provocar embriaguez, intoxicaciones, coma e incluso la muerte.
Alimentos para bebés: puede contener cebolla en polvo, que puede ser tóxica para los perros (ver la columna de cebolla a continuación). Si se alimenta en grandes cantidades, pueden producirse deficiencias nutricionales.
Huesos de pescado, huesos de aves y otros huesos de carne: pueden provocar obstrucciones o rozaduras en el sistema digestivo.
Comida para gatos: suele contener demasiadas proteínas y grasas.
Chocolate, café, té y otros alimentos con cafeína: Contienen cafeína, teobromina o teofilina, que pueden provocar intoxicaciones en perros y afectar al corazón y al sistema nervioso.
Extracto de aceite de cítricos (limón): Puede provocar vómitos.
Grasa eliminada: puede provocar pancreatitis.
Uvas y pasas: contienen una toxina desconocida que puede dañar los riñones. Pero el extracto de semilla de uva no presenta este problema.
Lúpulo: Contiene compuestos desconocidos que pueden provocar asma, taquicardia, temperatura corporal elevada, infarto e incluso la muerte.
Suplementos vitamínicos humanos que contienen hierro: pueden dañar el revestimiento del sistema digestivo y ser tóxicos para órganos como el hígado y los riñones.
Gran cantidad de alimento para el hígado: puede provocar intoxicación por vitamina A, afectando a músculos y huesos.
Nueces de macadamia: contienen toxinas desconocidas que pueden afectar al sistema digestivo, al sistema nervioso y a los músculos.
Marihuana: Puede deprimir el sistema nervioso, provocar vómitos o alterar el ritmo cardíaco normal.
Leche y otros productos lácteos: Algunos perros y gatos adultos carecen de suficiente cantidad de la enzima que descompone la lactosa (lactasa). Esto puede provocar diarrea. Los productos lácteos sin lactosa son más adecuados para las mascotas.
Alimentos y basura mohosos y podridos: contienen una variedad de toxinas que pueden provocar vómitos, diarrea y pueden afectar otros tejidos.
Setas: contienen toxinas que pueden afectar a diversos sistemas del cuerpo, provocando shock e incluso la muerte.
Cebollas y ajos (crudos, cocidos o en polvo): contienen dimetilsulfóxido, que puede destruir los glóbulos rojos y provocar anemia. Los gatos son más susceptibles que los perros. El ajo es menos tóxico que la cebolla.
Caqui: Las semillas de caqui pueden provocar obstrucción intestinal y gastroenteritis.
Huesos de melocotón y ciruela: pueden provocar obstrucción del tracto digestivo.
Hojas (cogollos) de patata, ruibarbo y tomate; tallos de patata y tomate: Contienen oxalatos, que pueden afectar al sistema digestivo, nervioso y urinario. El impacto sobre el ganado es mayor.
Huevos crudos: Contienen una enzima, la avidina, que afecta a la absorción de la vitamina H (una vitamina del grupo B). Puede provocar enfermedades de la piel y problemas de pelo en la espalda. Los huevos crudos también pueden contener salmonella.
Pescado crudo: Puede provocar deficiencia de vitamina B1, pérdida de apetito, enfermedades cardíacas repentinas (u otras enfermedades) y en casos graves puede provocar la muerte. Es más probable que esto ocurra si se alimenta pescado crudo con regularidad.
Sal: Si se consumen grandes cantidades de sal, puede provocar un desequilibrio electrolítico.
Hilo: Puede enredarse en el aparato digestivo y se denomina “cuerpo extraño de hilo”.
Alimentos azucarados: pueden provocar obesidad, problemas dentales y pueden provocar diabetes.
Sobras (grandes cantidades): Las sobras están desequilibradas nutricionalmente. Incluso si se alimenta, no debe exceder el 10% de la dieta. Se debe quitar la grasa de la carne y no se deben alimentar los huesos.
Tabaco: Contiene nicotina, que puede afectar al sistema digestivo y al sistema nervioso. Puede causar taquicardia, colapso, coma y muerte.
Masa con levadura: Se expandirá en el sistema digestivo, producirá gases, provocará dolor e incluso puede provocar prolapso gastrointestinal.