Las cuentas contables se pueden dividir en dos categorías: qué y qué según el contenido de los estados contables.
Para contabilizar y supervisar de forma continua, sistemática y exhaustiva los cambios en los diversos elementos contables provocados por las actividades económicas, es necesario clasificar científicamente los contenidos específicos de los objetos contables según sus diferentes características y requisitos de gestión económica. Y determinar previamente el nombre de las partidas contables clasificadas y aclarar su contenido contable. Este tipo de proyecto que clasifica el contenido específico de los elementos contables se denomina cuentas contables.