Conocí a un contador que no hacía más que hablar y quejarse. Cada vez que alguien comete un error, dice algo equivocado en lugar de recordárselo.
Como contador ahora, creo que es necesario tener un título profesional. Los tiempos han cambiado. Los estándares también son diferentes. Al menos tienes que tener un título profesional, y luego depende de tu carácter. Un contador que no puede hacer más que quejarse nunca podrá resistirse. En última instancia, es una cuestión de responsabilidad y capacidad.
Ahora eres contador, no importa qué tan bueno sea tu negocio real. No se puede llegar al nivel teórico. Discute el problema con el departamento de impuestos o auditoría. No puedes decir una palabra. Aunque las relaciones son importantes. Pero el conocimiento empresarial también es imprescindible.
La clave está en aplicar lo aprendido y pensar de forma divergente. Estudiar hasta morir significa no aprender. ¿Para qué sirve la contabilidad intermedia? No se necesitan muchos conocimientos en los negocios reales. Es como una persona que conduce un coche con certificado A1. Tienes que ser flexible.