Las manos: el transmisor de emociones más fiel del cuerpo humano
Cuando una persona habla con otros, siempre le gusta esconder las manos detrás de la espalda, lo que en cierta medida hará que la otra parte dude de sus palabras.
Al hablar, a la otra persona le gusta frotarse las manos constantemente. Esto también es un estado de mucha desconfianza y una situación de falta de confianza.
Las manos sudorosas también son señal de nerviosismo. Mucha gente cree que sudar las manos debería ser señal de mentira. De hecho, la mayoría de las personas sudan como resultado del nerviosismo en situaciones más públicas.
Los músculos de la mano son muy precisos. Cuando un ladrón está frente a la policía, le temblarán las manos inconscientemente. Este comportamiento es inconsciente y es causado simplemente por señales que pasan por el cerebro. Por supuesto, los temblores en las manos también pueden ocurrir cuando estás muy emocionado. Por ejemplo, cuando vemos las manos de celebridades o líderes, sus manos temblarán de emoción.
Los gestos son la expresión externa de cambios emocionales internos, y las emociones de las personas cambian en cualquier momento. Entonces, a medida que nuestras emociones cambian, también cambia nuestro lenguaje corporal. Cuando hablamos con otros, debemos tener buen ojo, captar esta información importante a través de movimientos sutiles y captar los cambios psicológicos de la otra parte, para lograr el efecto esperado de nuestra conversación.