Perfil de Scott

Biografía

Robert Falcon Scott (nombre en inglés: Robert Falcon Scott) (1868--1912) fue un capitán naval británico. No logró alcanzar su ambición de ser el primero en llegar al Polo Sur. Su rival Roald Amundsen llegó allí un mes antes... En junio de 1910, Scott zarpó en el "Tela Nova". En el camino se enteró de que Amundsen también se dirigía a la Antártida. Derecha: Esta fotografía de Scott fue tomada por Herbert Ponting, miembro de la Expedición Antártica Británica. Pronto, Ponting y algunos miembros del equipo recibieron la orden de regresar a la base, dejando a Scott y sus 10 compañeros avanzar hacia la Antártida. El 1 de noviembre de 1911, un grupo de hombres de Scott abandonaron su base de campamento y se dirigieron a la Antártida. Las ventiscas dificultaron los viajes. Por lo tanto, el 3 de enero de 1912, Scott decidió seguir adelante con sólo cuatro compañeros: Edward Wilson, Henry Bowles, Edgar Evans y Lawrence Oates. El 18 de enero, Scott y su grupo llegaron al Polo Sur. Pero allí ya ondeaba la bandera noruega de Amundsen. Profundamente decepcionados, emprendieron el camino a casa. Evans murió debido a un trastorno mental; Oates sufrió una severa congelación y no quería herir a otros, por lo que tomó la iniciativa de salir a caminar. En este ambiente, salir solo le provocaría la muerte bajo el viento frío bajo cero. , pero nadie lo detuvo . Las tres personas restantes tuvieron que acampar para escapar del mal tiempo. Pero no había señales de que el mal tiempo terminara. Finalmente, el 29 de marzo, Scott y otras tres personas murieron a pocos kilómetros de su base de campamento. Los detalles del último viaje de Scott se conocen porque llevó una entrada en el diario hasta el último día. En octubre de 1912, un grupo de búsqueda descubrió el diario y los cuerpos de Scott y otras tres personas. Los cuerpos de las tres personas fueron enterrados en el lugar y ahora se encuentran en las profundidades del hielo antártico. El cuerpo de Oates nunca fue encontrado.

Héroe de aventuras

Los británicos llaman a Scott el gran héroe de la era de la exploración de principios del siglo XX. El 1 de junio de 1910, dirigió el equipo de expedición para abandonar Gran Bretaña y emprender una carrera hacia el Polo Sur.

En aquella época, el noruego Roald Amundsen también lideró otra expedición al Polo Sur. Los dos equipos compitieron ferozmente, ambos tratando de ganar el "honor nacional". Como resultado, el equipo de Amundsen llegó primero el 14 de diciembre de 1911, mientras que el equipo de Scott llegó el 16 de enero de 1912, más de un mes después que el equipo de Amundsen. Desafortunadamente, en el camino de regreso el frío antártico llegó temprano. El equipo de Scott se quedó sin provisiones y sufrió hambre y frío. Lucharon duro en el frío severo durante más de dos meses y finalmente se quedaron dormidos en la nieve y el hielo debido al cansancio. Mucho antes de la última expedición a la Antártida, Scott ya era un héroe nacional en Gran Bretaña. Realizó su primera expedición a la Antártida entre 1902 y 1904, y su diario de viaje "Voyage of Discovery" fue el libro más vendido en el Reino Unido. La trágica historia de su última expedición a la Antártida ha inspirado a generaciones de británicos. El escritor austriaco Zweig escribió una biografía "La Gran Tragedia" para su grupo, que se incluye en la Lección 21 de la Unidad 5 del Volumen 2 de la edición de séptimo grado de People's Education Press

Fragmentos del diario

1 Sábado 27 de septiembre

Por la mañana caminábamos por un barranco de nieve en medio de una tormenta de nieve. La maldita nieve se arqueó formando olas que parecían un mar agitado. Wilson y yo abrimos el camino con esquís mientras el resto caminaba. Encontrar el camino fue un trabajo extremadamente difícil... Nuestros sacos de dormir se estaban mojando, no muy rápido, pero sí cada vez más. Poco a poco íbamos teniendo más hambre y hubiera sido beneficioso comer más, sobre todo en el almuerzo. Si queremos llegar lo más rápido posible a la siguiente estación de suministros, tenemos que ir un poco más rápido. La siguiente estación de suministros estaba a menos de 60 millas de distancia y teníamos alimentos para una semana completa. Pero no espere disfrutar de una verdadera comida hasta llegar a la estación de suministros. Es un largo camino por recorrer, pero este viaje es extremadamente difícil...

Jueves 1 de febrero

Me tomó la mayor parte del día caminar. Caminé 8 millas en 4 horas y 45 minutos. Todavía estábamos caminando a las 8 de la noche. Sólo tuvimos un almuerzo rápido el 29 de diciembre, sólo una semana después de salir de la estación de suministros. Calculando tres comidas al día, todavía nos quedan 8 días de comida a mano, por lo que no deberíamos tener problemas para llegar a la siguiente parada. Los dedos de Evans ahora están en mal estado y le faltan dos uñas.

Es congelación...

Sábado 17 de febrero

Las cosas están muy mal hoy. Evans parecía mejor después de dormir bien por la noche. Dijo que todo estaba bien como siempre. Seguía caminando en la misma posición, pero media hora después estaba en mala posición. Luego nos detuvimos durante aproximadamente una hora y Evans nos siguió, pero muy lentamente. Media hora más tarde, sus zapatos volvieron a perderse. Nos detuvimos a medio camino de Monument Rock y miramos a Evans, cuyos guantes habían desaparecido y tenía las manos cubiertas de hielo. Había una mirada loca en sus ojos. Le pregunté qué había pasado y lentamente dijo que no lo sabía, sólo que pensaba que se debía haber desmayado. Lo ayudamos a levantarse, pero después de dar dos o tres pasos volvió a caer. Estaba completamente congelado. Wilson, Powers y yo volvimos a arrastrar el trineo. Cuando regresamos, Evans estaba inconsciente. Después de que lo llevamos a la tienda, todavía estaba inconsciente. Murió pacíficamente a las 12:30 de la noche.

Miércoles 22 de febrero

Estamos destinados a vivir el momento más serio en el camino a casa. Poco después de partir hoy, el viento del sureste se volvió extremadamente fuerte y arrasó el suelo violentamente. Inmediatamente perdimos de vista las señales de tráfico ya confusas. Durante el almuerzo, no vi la señal de tráfico de piedra cónica que esperaba. …pero estos desafortunados acontecimientos no nos desanimaron, y esto debería quedar registrado. Por la noche, comimos una deliciosa sopa de carne de caballo, que realmente nos dio energía y energía...

Domingo 26 de febrero

Hacía mucho frío. Salimos con los pies fríos porque los zapatos y calcetines que usamos durante el día no se habían secado del todo. Consumimos alimentos con prudencia, pero nuestra comida debería ser más que suficiente. Anhelaba la próxima estación de suministros, que ahora estaba a sólo 50 millas de distancia. Una vez allí, podremos traer suficientes suministros y continuar el viaje.

Edita esta sección de las cartas de Scott antes de su muerte

Esas cartas son muy conmovedoras. La muerte es inminente, pero no hay rastro de tristeza y desesperación en la carta, como si la carta también estuviera impregnada del aire claro bajo el cielo sin vida. Esas cartas fueron escritas a personas que él conocía, y también estaban dirigidas a toda la humanidad; esas cartas fueron escritas para esa época, pero las palabras que dijeron durarán para siempre;

A su esposa

La última carta de Scott a su esposa Catherine fue escrita durante varios días y registra los últimos días de su vida. El explorador comenzaba su carta diciendo que él y sus compañeros se encontraban "buenos de salud y llenos de energía". Más tarde, le dijo a su esposa: "Cariño, aquí solo hay -70 grados Fahrenheit. Hace mucho frío. Apenas puedo escribir. No tenemos nada más que una tienda de campaña para protegernos del frío... Sabes que te quiero mucho. pero lo peor ahora es que no puedo volver a verte; esto es inevitable, sólo puedo afrontarlo". A medida que la situación empeoraba, Scott se desesperaba aún más. Aconsejó a su esposa que se volviera a casar en una carta: "Si hay un hombre adecuado que enfrenta dificultades contigo, debes salir del dolor y comenzar una nueva vida". Sin embargo, también le dijo a su esposa que no tenía arrepentimientos ni arrepentimientos ante la muerte: "¿Qué te puedo decir de esta expedición? ¡Es mucho mejor que estar sentado cómodamente en casa al final de su vida en ese momento!". Scott extrañaba a su hijo Peter, que en ese momento sólo tenía 3 años. Escribió: "Tal vez no pueda ser un buen marido, pero seré tu hermoso recuerdo. Por supuesto, no te avergüences de mi muerte. Siento que "el niño tendrá una buena formación y estará orgulloso". También le pidió a su esposa que educara a Peter para que amara la naturaleza y disfrutara de las actividades al aire libre.

A las afligidas familias de sus compañeros

Con la más sincera amistad, escribió a las esposas y madres de los compañeros que murieron con él para dar testimonio de su espíritu heroico. Aunque él mismo estaba a punto de morir, utilizó sentimientos fuertes y sobrehumanos - porque sentía que tal muerte era memorable y tal momento era grandioso - para consolar a las familias sobrevivientes de sus compañeros.

Escribiéndole a un amigo

Le escribió a su amigo. Era muy humilde al hablar de sí mismo, pero estaba lleno de inmenso orgullo al hablar de toda la nación. Dijo que en ese momento se sentía feliz de ser el hijo de esta nación, una persona digna de ser llamada. hijo. Escribió: "No sé si soy un gran descubridor. Pero nuestro resultado demostrará que nuestra nación no ha perdido ese espíritu valiente y esa resistencia". También pronunció un discurso a sus amigos antes de morir. esto es lo que no ha dicho en voz alta en su vida debido a la terquedad masculina.

Escribió en una carta a su mejor amigo: "En mi vida, nunca he conocido a una persona a la que admiro y amo tanto como a ti, pero nunca te lo he expresado. Tu amistad significa tanto para mí, porque tú Tengo mucho que darme y yo no tengo nada que darte.”

A la patria

Su última y más importante carta a su país. Consideró necesario decir que, aunque había fracasado en esta lucha por el honor británico, no fue por culpa personal. Enumeró uno por uno los diversos accidentes que condujeron a su derrota y, al mismo tiempo, con la voz extremadamente triste propia de los muertos, hizo un ferviente llamamiento a todos los británicos para que no abandonaran a sus supervivientes. Su último pensamiento todavía no era su destino. Las últimas palabras que escribió no se referían a su propia muerte, sino a los demás vivos: "¡Por el amor de Dios, cuida de nuestras familias!" A continuación se muestran algunas páginas de papel de carta en blanco. (Extraído de "La lucha por apoderarse de la Antártida", traducido por Shu Changshan)

Donación generosa

La nota de suicidio escrita a su esposa fue escrita en marzo de 1912 y el destinatario era " mi viuda". Fue encontrado junto al cuerpo de Scott en 1913. La abuela de Scott, Dathra Scott, dijo que la nota de suicidio demostraba que Scott todavía estaba lleno de coraje y espíritu de lucha incluso en situaciones desesperadas. “Al mirar estas escrituras, no se puede creer que fueron escritas en el frío helado de la remota Antártida. . Sí. Tengo lágrimas en los ojos". Esta nota de suicidio, junto con más de 300 cartas escritas por Scott durante la expedición, ha sido donada al Instituto Polar Scott de la Universidad de Cambridge por el hijo de Scott, la esposa del fallecido Sir Peter Scott. "Estamos muy agradecidos a la familia Scott; de no haber sido por su generosa donación, las cartas familiares más conmovedoras de Scott antes de su muerte podrían haber acabado fácilmente en manos de coleccionistas privados", informó el día 11 la directora del instituto, Juliane Dowdeswell, en el periódico británico "Times". Estas cartas se mostrarán íntegramente por primera vez a partir del día 17, para que el público pueda interpretar personalmente el trágico viaje mental del explorador. En 1910, la Expedición Antártica de Scott desafió el récord de ser la primera persona del mundo en llegar al Polo Sur. Sin embargo, en la etapa final, quedó atrapada en una pesadilla de mal tiempo y colapso mental entre sus miembros. Ante el hecho de que el explorador noruego Amundsen y su grupo habían llegado primero hace un mes, Scott y su grupo se sintieron decepcionados cuando todos murieron en el camino de regreso. Sería un gran error pensar que en la exploración de la Antártida sólo habrá sufrimiento y no alegría. De hecho, los exploradores saborearán muchas alegrías inusuales, y no sólo alegría en el sentido de luchar contra las dificultades, sino más bien una alegría alegre y de naturaleza completamente positiva. Una fuente importante de felicidad son las vistas que no se pueden ver en ningún otro lugar. Cherry a menudo no podía evitar describir el hermoso paisaje que veía: en los días soleados, todo se tiñe de maravillosos colores debido a la interacción de luces y sombras y al reflejo entre el mar, el cielo, las nubes, la nieve y los picos de hielo. Tiene razón: la Antártida no es de ningún modo puramente blanca: es azul brillante, verde esmeralda y violeta por todas partes. Cualquiera que haya estado en la Antártida estará familiarizado con su sensación: ante el maravilloso paisaje que tienen ante sí, es difícil para la gente recordar la depresión que pudo haberlos dominado ayer. Tiene una observación muy detallada de los hábitos de vida de los pingüinos y tiene descripciones extremadamente interesantes en el libro, que vale la pena leer. Hay otra alegría especial al vivir en la Antártida, que es deshacerse de las llamadas necesidades en la sociedad moderna, no sentirse agobiado por las cosas y ser verdaderamente despreocupado. Por esta razón, Cherry consideraba sus días en Hart's Point como uno de los más felices de su vida. Lo más conmovedor es el comportamiento de estas víctimas en sus últimos días. Scott fue probablemente el último en morir y su diario duró hasta el 29 de marzo de 1913. El 17 de marzo, después de que Oates entrara en la tormenta de nieve, escribió: "Todos esperamos poder afrontar el fin del mundo con un espíritu intrépido similar, y estamos convencidos de que el fin no está muy lejos en el diario de un día". , añadió en un suplemento: "Por el amor de Dios, cuiden de nuestras familias". También escribió cálidas cartas de condolencia a las esposas de otras dos víctimas y una triste carta de despedida al público británico. En la última carta, decía: "No me arrepiento de haber emprendido esta expedición. Demostró que los británicos pueden soportar las dificultades, ayudarse unos a otros y permanecer estoicos y valientes incluso ante la muerte. El equipo de búsqueda observó la escena". La llegada fue: la carpa estaba muy ordenada, las expresiones y posturas de los tres cadáveres parecían tranquilas, y los diarios de todos, registros meteorológicos, especímenes geológicos, películas fotográficas y otros objetos estaban colocados de manera ordenada. Todo indica que se marcharon pacífica y tranquilamente.

Se dio cuenta de algo: su objetivo principal no era competir, sino realizar investigaciones científicas en la Antártida para llenar los vacíos. De hecho, la mitad de los miembros de su equipo de expedición son científicos y están trabajando concienzudamente en el camino. La razón más importante es que la verdadera fuerza impulsora que impulsa a la gente a ir a la Antártida son las necesidades espirituales, incluido el deseo de adquirir nuevos conocimientos y el deseo de superar las propias debilidades. No existen guerreros naturales en el mundo, todo el mundo tiene miedo y es en diversas formas de actividades de aventura donde la gente demuestra su valentía desafiando el miedo.