Las infecciones asintomáticas pueden aumentar
Las personas infectadas asintomáticas también son contagiosas, y debemos prestar atención a esto. El aumento de las infecciones asintomáticas también significa que la prevención y el control de la epidemia serán más difíciles y requerirán más mano de obra, recursos materiales y energía. Los pacientes confirmados sin síntomas y los propios infectados no sabrán que tienen COVID-19, y se convertirán en propagadores de la epidemia si trabajan, viven y estudian con normalidad.
La mayoría de las infecciones asintomáticas están estrechamente relacionadas con la cepa mutante Omicron. Además, la vacunación universal es también una razón importante para el gran número de infecciones asintomáticas. 1. Las infecciones asintomáticas aún pueden transmitir el virus
Las llamadas "infecciones asintomáticas" se refieren a personas que están infectadas con COVID-19 y no presentan síntomas típicos de COVID-19, como fiebre, diarrea. y tos, dolor de garganta y otros síntomas. Sin pruebas de ácido nucleico, estas personas no sabrán que han sido infectadas con el nuevo coronavirus.
Aunque no tienen las manifestaciones externas del COVID-19, aún tienen la capacidad de propagar el virus. Las personas infectadas asintomáticas, los lugares con los que entran en contacto y el personal con el que entran en contacto deben seguir las normas y procedimientos para el manejo de pacientes con COVID-19. Para evitar infectarnos, es necesario que cada uno de nosotros lleve protección personal durante el viaje. 2. La mayoría de las infecciones asintomáticas dificultan la prevención y el control de la epidemia.
Las infecciones asintomáticas no saben que han sido infectadas con el nuevo coronavirus. Trabajarán, estudiarán y vivirán como personas normales todos los días hasta que se descubra un caso o muestren síntomas y puedan ser confirmados mediante pruebas de ácido nucleico.
Si en una ciudad hay muchas personas infectadas asintomáticas, es posible que contagien a más personas debido a sus actividades. Esto supondrá una presión sin precedentes para la prevención y el control de epidemias. Las ciudades con epidemias actuales están experimentando esta situación.
Aunque el número de personas infectadas por el nuevo coronavirus está aumentando, los síntomas siguen siendo muy leves. Una situación así también puede reducir la presión sobre los recursos médicos y hacer que el nuevo coronavirus sea más fácil de tratar.