Composición "A los graduados del último año de secundaria"
A finales del verano de ese año, llegamos a un mundo nuevo con curiosidad. El verano de ese año fue particularmente largo y caluroso. Todos pasamos juntos por el entrenamiento militar y seguíamos quejándonos de que el instructor era demasiado duro. El rostro del instructor siempre estaba oscuro ese año.
Ese año vimos cosas maravillosas. Uno se unió al sindicato de estudiantes, el otro se unió al club. Ese año estuvimos muy ocupados. Sin las tareas pesadas y los exámenes interminables, siempre éramos así a principios de otoño. Nos sentábamos juntos en el césped por las noches y hablábamos de lo geniales que eran nuestros profesores de secundaria. Luchaste para que yo hablara de ello. . Eso no quiere decir.
La primera vez que faltamos a clase ese año, todavía estábamos asustados. En el frío invierno, comprábamos el mismo estilo de botas para la nieve y nos tomábamos fotos de los pies. Éramos tan estúpidos ese año. Estábamos muy contentos ese año. La escuela tuvo unas largas vacaciones después del examen, corrimos a la estación de tren con nuestro pesado equipaje. El invierno de ese año fue muy frío pero no tanto. Por supuesto, también hay libros en la mochila que acordamos leer en casa. La escuela ha comenzado. Nos hemos puesto ropa un poco más delgada en nuestras maletas, pero los libros en nuestras mochilas siguen siendo los mismos. Cuando venimos aquí, ¿todavía queremos preguntarnos si hemos leído? La respuesta fue unánimemente no. Estábamos muy avergonzados ese año.
Ese año, o íbamos a la biblioteca, trabajábamos a tiempo parcial o nos enamoramos. Ese año siempre nos reímos salvajemente, sin importar cuál fuera la imagen de la dama, y siempre llorábamos salvajemente sin importar las opiniones de otras personas. Ese año, tomamos fotos locas y realizamos todo tipo de acciones infantiles. En esas fotos, las comisuras de nuestra boca siempre estaban sonriendo. Aunque el arco no era hermoso, nuestras sonrisas eran frívolas, nuestra frivolidad.
En aquel entonces odiábamos tanto al portero que no nos dejaba salir. Siempre teníamos que buscar muchas razones y pensar en muchas maneras, pero aún así no podíamos salir. Estabamos tan enojados en aquel entonces que no podíamos expresar nuestro enojo. Ese año, siempre solo visitábamos esa ventana del comedor y poníamos muchos chiles y vinagre. Comimos mucho ese año, y comimos increíblemente mucho ese año. Ese año estábamos cansados de la comida en la cafetería, así que dividimos nuestro trabajo y salimos a comprar todo tipo de comida deliciosa. Éramos tan codiciosos ese año. A principios del verano, estábamos obsesionados con perder peso. Jugábamos al volante, al hula-hoop y al bádminton. Ese año estábamos increíblemente cansados. Día tras día, año tras año.
Poco a poco, nos alejamos más y más de ese año, y los fragmentos de ese año se convirtieron en recuerdos. Los nosotros de ese año se convirtieron en lo que una vez fuimos. ¡Ahora nosotros, gracias por nuestro arduo trabajo ese año!