La historia del desarrollo de los contratos CFD
La aparición de los CFD se debe en gran medida a los comerciantes minoristas que desean obtener privilegios que antes sólo estaban disponibles para los inversores institucionales. Los CFD han estado presentes en los mercados institucionales desde la década de 1970 y los participantes institucionales los conocen como swaps de acciones. Un swap es una transacción entre dos instituciones. Pagar por uno o ambos lados de una transacción afecta el desempeño de las acciones y los índices bursátiles. A veces se pueden evitar retenciones fiscales, obtener financiación apalancada o disfrutar de rendimientos para el propietario sin poseer realmente las acciones mediante swaps. El tipo de transacción más común es un swap de tasas de interés, en el que una parte acuerda pagar a otra una tasa de interés fija a cambio de una tasa de interés flotante. Otros swaps negociados frecuentemente entre instituciones incluyen swaps de activos, swaps de bonos, swaps de deuda, swaps de acciones, swaps de deuda por acciones, swaps de refinanciación y swaps de tasas de interés. Tradicionalmente, los inversores minoristas no han podido entrar en el mercado de swaps debido a las limitaciones impuestas por el elevado tamaño de las transacciones iniciales en el mercado institucional. Los CFD permiten a los inversores minoristas beneficiarse de la participación en el mercado de swaps. Los CFD se originaron en el Reino Unido y se convirtieron en un producto comercial relativamente común en el año 2000. Tan pronto como apareció el "CFD", se extendió rápidamente y fue bien recibido en todo el mundo. Actualmente, Londres sigue manteniendo su posición como el mercado de CFD más maduro del mundo. Podemos ver el desarrollo de los CFD a través del volumen de operaciones. En 2000, el volumen de productos negociados a través de CFD fue de 2.500 millones de dólares, que aumentó rápidamente a 52.500 millones de dólares en 2004. Se estima que más del 25% de todas las operaciones realizadas por clientes minoristas de la Bolsa de Valores de Londres se basan en CFD. Otros mercados de CFD están experimentando rápidos desarrollos similares.
El interés de la gente en el mercado de CFD se debe principalmente al hecho de que los CFD se pueden negociar ampliamente en diferentes mercados de todo el mundo. La demanda de CFD se ha expandido desde divisas y acciones con margen hasta metales preciosos, futuros de materias primas y bonos del Tesoro.